
Mientras se ultimaban algunas cosas, yo comencé la mañana con un maravilloso pitufo de tomate y aceite del bar "Samoa", que quiero mencionar porque es el mejor que me comido en toda Málaga.
Nos montamos en el coche y comenzamos a repasar los textos.
Lo que ocurrió a partir de ese momento no fue nada agradable al menos para mi, las escenas Antonio quería rodarlas en pleno campo, pero en zonas muy altas de Málaga donde los barrancos eran los protagonistas.
Desde un principio le dije que las alturas no eran lo mio, pero el me convenció que no estebamos tan altos.
Dos viajes hicimos buscando localizaciones, Los pinares de San Anton y por Gibralfaro, a cual peor.

Pero la verdad que la tensión y el sudor que tenía en el coche se quedan para mi.
La final acabamos en parque Clavero un entrono muy bonito y si digo la verdad me gustó más que el que teníamos previsto.

Una vez mas me gusta estar en ese grupo.
Por cierto hacía tiempo que no rodaba nada y de nuevo vuelvo a pensar que la cámara me gusta mucho mas que el teatro, se vive mas.
Muchas gracias María por las fotos.
Disfruté mucho los personajes, pero con el cortijero llegó un momento en el que me sentí muy metido.
GENIALES las fotos, la localizacion y la caracterizacion.
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