


Ayer cuando un día más, al acabar una función más, guardé muy ordenada la ropa de "El Perla" en su bolsa y vi dobladas en esa bolsa blanca de plástico, su camiseta negra, su pantalón vaquero y el filo de su gorra, me dio mucha pena, me vinieron muchos recuerdos a la cabeza, muchas experiencias y le dije en mi interior, adiós Perla hasta siempre, vi que su cuerpo y su forma de pensar y de hablar se quedaban en esa bolsa de plástico, ha sido la primera vez, que me he despedido así con un personaje.
Era como despedirse de un amigo que se marcha o cuando alguien muere.
Un personaje que ya tenía vida propia, que ya tenía sus propias vivencias y recuerdos.
Ay Perla que al final me pongo triste.

Y ayer me pasó igual, como ya era el final, momentos antes de salir, comenzó a darme todo igual, ya acabábamos y lo que quería ver era el final de la obra y pasar a otra cosa, con lo cual, empecé muy bien la actuación, con ganas y energía, pero conforme avanzaba el primer acto, tenía ganas de acabar y de irme ya y cerrar ese capitulo, además el personaje no estaba calentado y me salía una voz muy rara.

Me encanta estar en el escenario con Migue que seguridad me da y que bien nos entendemos no nos tenemos ni que mirar.
El momento en el que El Perla, dibuja una casa con el palo de fregona, se convirtió casi en una escena propia, en la que interactué hasta con el publico y "El Perla" dibujó la casa, el árbol y hasta la familia
que vivía dentro, en momento de la confesión de "El Perla" al Lucas se alargó muchísimo y ayer improvisó hasta María, fue genial.
Por primera vez, me ocurrió algo que el año pasado leí en el libro de Chevof; que el personaje se apodera de ti y tiene vida propia y no eres tu, es él, pero tu tienes la capacidad de controlarlo viéndolo desde fuera, en la ultima escena me ocurrió eso.
Al final cuando tras el saludo, Adri tomó la palabra y dijo que era el fin del "Timadores Tour`13" me dio mucha pena, pero sobre todo me sentía orgulloso de esos meses, de ese trabajo, de esa obra y de esos compañeros que he disfrutado.

Antes de actuar, todo fue genial, como en los viejos tiempos, diversión y cachondeo, a Migue lo eche literalmente a patadas de nuestro camerino y le buscamos uno para el solo y nos fuimos insultado de un camerino a otro, nos pusimos todos a hacer el payaso, en el teatro, en el vestíbulo y los alrededores, haciéndonos fotos estúpidas, nos reímos unos de los otros, vamos fue genial chicos.
Y en cuanto al teatro, un teatro inmenso, impresionante,eso si, muy pero que muy poca taquilla, pero un publico de nuevo entregado y maravilloso, que no paraba de reír y comentar toda la función atentos y pendientes a todo lo que ocurría.
Fue una buena despedida y el viaje de vuelta igual de divertido.
Tienes que mirar para adelante no tanto para atras...que eres un nostalgico...que te quiten lo bailao.
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