Eso hicimos la mañana del lunes 2 de marzo del 2020, acabar
aquello que se quedó a medias. El domingo eran las 21:00 cuando salí de la casa
de los compis, dejando la pieza a medio terminar y no se habían cumplido ni 12
horas y ya estaba allí otra vez, pues debíamos acabar La Paella que el día
anterior se quedó en el fuego.
Por todo eso, llegué a casa de mis compis, saludé, Arantxa y
yo, nos pusimos los delantales, encendimos el fuego, echamos el arroz en La
Paella, esperamos los 20 minutos de rigor para que este se cociera y a comer.
Bueno ahora os cuento lo mismo, pero sin metáforas, o sea,
os cuento como fue la jornada laboral/teatral:
Entré a dicha casa y tras saludar un poco cansado, montamos,
nos pusimos el vestuario y volvimos a retomar la pieza desde donde lo habíamos dejado
el día anterior.
Hicimos más o menos desde la mitad hasta el final, lo que
incluía, una parte que hago yo solo y que me salió bordada, la parte más física
que no salió muy bien pero que al director le encantó. Lo importante en esa
parte, según él, es pasarlo bien y, según su parecer, así lo hicimos.
La principal indicación de nuestro director, como
recordaréis, en esta segunda etapa de ensayos fue:"A partir de ahora en
cada ensayo tenéis que pasarlo bien, improvisar y no respetar lo marcado"
pero en cambio hay una parte muy importante de la pieza que está marcada y milimétrica
hasta el último detalle. En ella nos remarcó bien claro, que no podíamos
cambiar ni una coma y aunque en los ensayos realizados en noviembre del 2019
esa parte estaba de lujo, el lunes nos salió bastante mal y tuvimos que
repetirla varias veces, con parones, mejoras, indicaciones, interrupciones etc.
Por cierto, antes de empezar le pedimos al director recordar
el final de la pieza, puesto que fue lo menos trabajado en la primera etapa de
ensayos, por ello se le pidió hacerla, para refrescarla y calentarla. Estuvimos
pasándola varias veces.
Por tanto, entre el calentamiento, las repeticiones y demás,
el tiempo se nos echó encima y no pudimos hacer el pase completo que estaba previsto, pero antes de irnos y para aprovechar hasta el último minuto, hicimos un trabajo muy útil e interesante. Este fue el de buscar la impronta de
nuestros personajes.
La impronta es una técnica de trabajo que di en la ESAD pero
que nunca había llevado a la práctica. En ella, buscamos las caras de nuestros
personales, con esto se intenta que desaparezcan las expresiones propias del actor o la actriz. El director nos anunció que los personajes se estaban pareciendo demasiado a nosotros y había que intentar evitarlo. Ademas esta técnica te sirve por si a mitad de la pieza pierdes el personaje, te pones en su postura base, expresión de cara o corporal y ya puedes enganchar siendo él. Después de buscar las caras y hacer
varias escenas con ellas, concluimos este día de ensayo.
El miércoles más.