Eso es lo que creo que pensó mi compañero de Mundamortis, cuando el pasado domingo 9 de octubre del 2022, lo invité a ensayar.
Os cuento, llegué al cementerio San Miguel un domingo más, iba bien de tiempo, pero entré rápido y me dirigí al lugar donde siempre nos reunimos para ensayar. Me sorprendió ver que a lo lejos ya había un compañero haciendo su monólogo y para no molestarlo, di un pequeño rodeo, hasta que llegué donde estaba el resto.
Realmente no ensayaba, solo leía su papel.
Para seguir sin molestar casi ni saludé, pero sí hablé con mi compañero y lo invité a irnos solos a repasar nuestra escena.
Este pegó un respingo considerable, se le abrieron los ojos como platos en expresión de sorpresa y muy tímidamente y creo que con poco convencimiento me dijo que sí.
Muchos compañeros de Eventos me han dicho y más de una vez, que no quedarte a ver de ensayar a los demás, es como una especie de desagravio a estos. Pero yo pienso que cuando tú participación es un diálogo con otra persona y solo ensayas media hora a la semana, es más provechoso alejarte del grupo con tu compañero y repetir la escena 4 o 5 veces, que solo hacerla una vez, pues a más repeticiones, mayor conexión y más viva llega esta a la representación final, que creo que es lo importante, pero bueno para gustos colores.
Pues mientras íbamos de un sitio a otro, porque por falta de luz cambiaron la ubicación del ensayo, me dijo que aún no se sabía el texto, pues tenía un cuento para estudiar y había trabajado la noche antes, que hasta el día 23, o sea, 6 días antes de la función, no se lo estudiaría. Me sorprendió pues en esta profesión se suelen llevar 4 o 5 textos distintos a la vez.
También me aclaró que lo haría a un volumen bajo, porque había trabajado la noche antes, pensé que tenía suerte de no tener una función diaria.
Y lo que más me desconcertó fue que me lo dijo muy serio y seguro, pero a la vez como avergonzado, no tenía que sentirse así yo soy un compañero, no su jefe.
Ante esto solo opté por responder: " No tengo problema, yo si me lo sé, lo único es que vas a llegar verde a la actuación".
Yo necesitaba repetir la escena para coger seguridad, aplicar pausas y tonos que había inventado y practicado durante la semana en casa y para cojer naturalidad, si a él no le servía, yo no podía hacer nada.
Nos apartamos del resto, repasamos la escena unas 3 o 4, veces. Yo probé lo que quería y me quedó muy chulo.
Cuando nos acercamos al resto, coincidió que era justo en el momento en el que nos tocaba salir. Salimos, lo hicimos y me marché a casa.
Debo decir que de las 5 veces que hice la escena la peor fue esa. Empezamos a pasarla frente a los compis y cuando me tocaba a mí, algún compañero habló en voz alta, comentó algo ajeno a nosotros y me descolocó, no paré, pero me inventé la primera frase, me desconcentré y lo hice todo pero con cero naturalidad.
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