Como ya os comenté en la entrada anterior, el viernes 30 de mayo de 2014, había quedado, con Anai, para ensayar, con el fin de darle ritmo y perfeccionar las nuevas escenas que montamos el pasado martes.
Antes de venir a ensayar a mi casa, estuvimos disfrutando, de una cervecita en la plaza de la Merced y luego de un fabuloso almuerzo, que bien me lo pasé, contándonos confidencias y oyendo anécdotas de la vida de Anai, que pedazo de mujer.
Después de disfrutar de una mañana calurosa de verano y haberlo pasado muy bien, pero asados de calor, llegamos a mi casa y comenzamos a trabajar.
Lo primero que hicimos fue adaptar el texto de Anai a los cambios del director, a continuación empezamos a ensayar la escena, no fue un día fácil para ambos, pues nos tocó repasar las escenas de cama y darle ritmo y realidad a dichas escenas nos costó.
Pero como Anai es un primor, lo hicimos muy bien y con mucho respeto, nos hartamos de reír, igualmente repetimos, varias veces, la otra escena nueva y repasamos texto de lo que aun no hay montado.
Próxima cita, el martes que viene ,ya os lo contaré.
PD: El viernes Anai me regaló el pañuelo rojo, que tiene que usar, Teo mi personaje en esta obra.
Ofuuuu...esto tiene mas cicatrices que el de Balada tristes de trompeta...
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