Tres componen la Santísima
Trinidad, tres eran tres las hijas de Elena, hasta tres eran, cuando empezaron,
Martes y 13, pues bien, tres han sido las representaciones que el gran Xurde,
como ha pedido que quería aparecer en este blog, está loco, y un servidor,
hemos representado hoy en Marbella de Don Quijote de la
Mancha.
Y parafraseando el
titulo de esa película que dirigió, esa diva admirada por mi compañero y amigo,
Xurde, Ana Belén, Como
ser Sancho y no morir en el intento, en el caso de ella, se sustituía
Sancho por mujer.
Eso ha sido el día
de hoy, jueves 23 de abril de 2015, nos hemos dejado la piel, el alma y
la garganta, lo ultimo literal, para realizar estos tres pases.
Desde las siete de
la mañana estábamos en pie. Aunque siempre es mejor actuar cerca de casa, lógico,
eso de montarte en el bus y viajar para ir a una otra ciudad u otro pueblo
distinto al tuyo, a ofrecer tu actuación. Lo que se dice, echarse a
la carretera, me encanta.
Ir en el autobús
por los caminos, llegar a un sitio nuevo, los cafelitos en bares de
carreteras, o el ir vestido en el bus, lugar donde pronto será un sitio
encantado, pero que para ti es ese lugar de trabajo y familiar. Me encantaaaa.
Y en cuanto
llegamos las actuaciones han ido rodadas, una tras otras, con media hora
de descanso entre ellas, se han cumplido las expectativas y los horarios a
rajatabla.
El primer pase, fue
un cuento de hadas, unos niños encantadores, todo fluyó de maravilla, un
público entregado, el texto fue mejor que nunca, la conexión entre nosotros y
el público fue total y todos estábamos al cien por cien, en el mismo barco.
El segundo
publico fue muy bueno y estuvo muy atento a nosotros, pero eran más
mayores y claro su nivel de exigencia y de concentración era distinto, iban en
otra línea, a la que hemos sabido adaptarnos a la perfección y lo hemos
disfrutados nosotros y ellos.
El tercer pase ha
sido el más complicado, ya hacía mucho calor, los niños estaban más cansados
después de toda la jornada escolar, hubo algún que otro problema técnico y
tanto yo como mi compañero, estábamos muy quemados de la voz y el sonido
ambiente era difícil, con lo cual cada vez subíamos más la voz, dañándola
más, pero los niños se han ido muy contentos, con una sonrisa en la cara, que
es lo que importa y sus profesores nos han dado la enhorabuena, qué más podemos
pedir.
Eso si el viaje de
vuelta ambos, hemos venido en silencio y tumbados reponiendo todas
nuestras fuerzas.
Por primera vez en
mi vida, he sentido eso de " el show debe
continuar", porque ha habido un momento no recuerdo si en el
segundo o tercer pase, que me dolía mucho la cabeza, del cansancio, pero seguí dándolo
todo, porque el publico no tenía culpa de nada.
¿Tu te has leido el Quijote? Pues deberias....
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