VUELVEN A SALIRME "CICATRICES".

Después de unos días inolvidables de Semana Santa, donde he desconectado de todo, donde he disfrutado de mi familia, de mis amigos, de los mios, donde he dejado mi mente volar, donde han pasado diez días como si fuera un sueño de media hora,   he vuelto a la rutina.
Hay años que me cuesta más y otro que me cuesta menos, pero este año la puesta en marcha ha sido lenta y costosa.
El martes comencé un nuevo curso de expresión corporal, que me sirvió como calentamiento, también empecé mis clases con mis niños y los ensayos de Aquí no paga nadie.
Pero no fue hasta el viernes, 10 de abril de 2015, cuando Anai y yo volvimos a reunirnos para el primer ensayo, tras las vacaciones, de Cicatrices.
Tenía muchas ganas de volver a ensayar, de retomar aquello en el punto tan alto donde lo habíamos dejado, llevaba nuevo vestuario, muchos planes y ganas.
Pero después mientras iba de camino a casa de Anai, me empecé a desganar y no sabía el por qué.
Llegamos allí y ensayamos el primer acto, completo, pero los cambios de vestuario no nos ayudan nada.
No me sentía a gusto, esa magia que  siempre se ha creado en esa casa, durante los ensayos, creo que se ha perdido.
Estaba todo muy mecanizado y nada real, siempre he sentido a Teo dentro de mi, pero ahora no siento nada.

Hicimos el ensayo y me fui, me esperaba mi amigo Diego, pero mi sensación era muy mala, siento que Cicatrices se ha paralizado, no avanza. Es más creo que va dando pasos hacía atrás, porque el vestuario nos tiene demasiado absorbidos y cuartados.
No se mi compañera, pero yo necesito una cita, ya, con el director, que nos vea y nos ponga a punto otra vez, porque yo me siento perdido y que la obra se nos ha ido de las manos, hemos perdido todo lo que teníamos y ahora si me preocupa, porque al menos yo solo repetía texto una y otra vez, mis  movimientos eran marcados y no había ninguna relación con Anai, yo solo estaba pensando en mi, mis movimienos, mis cosas y no en la interpretación, vamos un rollo.