No hacía ni 12 horas que me había quitado el sujedor, la peluca y los tacones y ya estaba en la puerta del Hospital Civil enfundado en un pantalón negro y una camisa blanca para emprender una nueva aventura. Esta vez sería audiovisual.
Los componentes de
La paella, y no me refiero al pimiento, al arroz o a los mejillones, sino a los dos productores, al autor y director, a mi compi y a un servidor, estábamos citados, el domingo 23 de febrero del 2020, muy de mañana, a las 10:00, para grabar unos teasers promocionales de la pieza.
Pues la mañana os la voy a sintetizar en como iba durante el trayecto de ida y como durante el de vuelta y sería una cosa así :
Me sentí como la canela, que me fui molida y volví en rama, sé que la frase original es al contrario, pero al igual que los cocineros modernos y debido a que la obra va sobre cocina, yo os he hecho mi propia reinterpretación de la frase.
En una localización y a una hora diferentes a las establecidas originalmente, mis compis me recogieron en su coche y juntos nos fuimos al lugar de grabación.
Cuando me subí al coche, a parte de estar asado pues el sol picaba con maldad, estaba reventado, en mi cabeza aún no había hecho el cambio de chip a
La paella, seguia anclado a la gala drag de la noche anterior, en las reacciones de Instagram sobre las fotos de ayer y en que ese domingo iba a ser un domingo cofrade y por esta grabación me lo habían cambiado (y a un capillita esos cambios cerca de cuaresma casi duelen). El cuerpo me pedía horas de sueño pero también horas cofrades y regodearme en "La Juana".
A todo esto se le sumaba que tenía el domingo perfectamente organizado y cuadrado, si algo fallaba todo se iría al traste y en el mundo audiovisual se más que por experiencia, que para todo se tarda horas y horas y casi nunca se cumple lo establecido, así que algo me auguraba que la mañana no iba a ser muy buena y que pasaría algo que trastocaría todo, o se liaría el trabajo o el horario, no sé algo.
Por todo ello iba un poco vegetal, contestaba si me preguntaban y poco más, pero no es que fuera apático, es que mi cabeza no estaba aún en nada. De hecho Elena en cuanto llegamos a la primera localización me preguntó si estaba bien de salud o me pasaba algo. Le dije que no, pues no me pasaba nada pero no era yo.
En cambio el viaje de vuelta desde Benalmadena pueblo a casa, lo hice con el mismo pantalón negro, la misma camisa blanca, el mismo coche, los mismos compis, pero yo era otro. Hablaba como un papagayo e iba sentado de tal modo que no me perdiera las vistas y aprovechara el sol.
Todo había cuadrado, todo se había hecho muy orgánizado. Se habían rodado en unas 4 horas casi 6 teaser, el ambiente había sido genial, el resultado pintaba muy bien, el compañerismo había sido muy bueno. Éramos 5 personas, todas unidas con un fin común, con muy buen rollo y ganas, pero sobre todo con la responsabilidad de hacer un trabajo concreto, bueno y sin irnos por las ramas.
Además volvía a tiempo para almorzar en casa, con la familia, para hacer mis cositas cofrades, para estar con mi sobri, para llegar a tiempo al ensayo de las 17:00 de Eventos con historia el cual habían puesto a esa hora por mí y hacia un tiempo primaveral, que como sabéis me encanta.
Y entre viaje y viaje, ¿Qué pasó? Pues la grabación.
Rodamos en tres espacios diferentes (como ya los habeis visto los puedo contar):
- El rastro de Málaga, que fue el mejor y donde improvisamos lo más grande. Rodamos dos teaser donde nos dijeron lo que teníamos que hacer. Nos daban una pauta y ya nosotros éramos libres para actuar. En el último, que aún no se ha públicado, lo pasé genial y luego Raúl rodó un plano secuencia de más de 15 minutos donde no había marcas era todo libre e improvisado.
- El segundo espacio fue la casa de Elena y Raúl, en Benaldamena, era quizá el más breve, el más técnico y el que más nos costó realizar casi 7 u 8 tomas hicimos.
- Y el tercero fue el que ya se ha publicado, en la puerta de la casa, cargando la furgoneta. Dos repeticiones hicimos nada más, pues había tan buen rollo, tan buena conexión entre mi compi y yo, que tras una simple indicación hicimos el teaser tal cual.
Solo se repitió porque había un ruido, porque el director pensó un nuevo final y porque luego se grabó desde fuera.
Así que lo que yo auguraba no ocurrió, nos volvimos a casa con un gran volumen de material y con calidad como para hacer bastante promoción, pero yo también me volvía con un agradecimiento al director. Debido a su apretada agenda no sabía si podía venir y menos mal que lo hizo, puesto que organizó muy bien el trabajo para no perder el tiempo, casi todos los teaser son ideas suyas, se notaba su experiencia, sus consejos y su conocimiento, pero sobre todo marcó muy bien los tiempos
Y gracias también a mi compi, recuerdo cuando nos cogimos del brazo, a la entrada del rastro, que de pronto nos transformamos en nuestros perdonajes. Además creo que nos vino genial el rodaje pues dejamos a nuestros personajes solos, ser ellos, darles vida y ese ejercicio o juego, sin querer, nos creó un poso, unas vivencias, unas relaciones y unas experiencias que luego nos vino muy bien para el trabajo de la pieza.
También agradezco la efectividad en el trabajo de Raúl, puesto que es muy activo y reacciona rápido y con buen resultado, no pierde el tiempo y a los cuidados casi maternales de Elena y sus constantes bromas.
Además en casa de Elena vivimos como una noche de reyes, pues pudimos ver en directo todo el atrezo, vestuario y elementos de caracterización que habíamos visto solo por fotos en el grupo de WhatsApp. ¡¡Qué ilusión!!.