El Viernes era la gran noche de "Los Timadores" en el Alameda, pero antes teníamos ensayo en el propio teatro de "Acampados", este ensayo estaba previsto, para hacernos con el espacio y poder meter los cortes musicales, que la noche antes había preparado Antonio hasta la madrugada.
El ensayo estaba previsto de 17:00 a 19:00, la verdad que me parecía una venganza de mis compañeros por el día anterior, esto es una broma, porque me había hartado de correr con todos los bártulos del vestuario y mis compañeros no aparecieron hasta las cinco y veinte.
Además para encontrarnos en el teatro fue un caos porque cada uno entramos por una puerta diferente y no nos encontramos, estábamos como los ratones en los laberintos, cada uno por un lado y sin encontrarnos.
Todos estábamos agotados después de toda la semana, yo tenía la impresión de que los ensayos eran simples repeticiones, porque no se avanzaba, ni se sacaba muchas cosas nuevas, el ensayo de ese día era agotarnos más y teníamos actuación en dos horas, todo lo hacíamos por los cortes musicales, pero cual es la sorpresa que tras vestirnos e ir a la sala a ensayar, resulta que el cd con los cortes no se oye y no se puede ensayar, ahí perdí los nervios eran casi las 18:00 y no habíamos hecho nada de nada.
Antonio se fue a ver que podía hacer, pero lo único que hizo fue ir a un ciber e imprimir la obra e ir diciéndonos donde iba cada corte musical.
Fue todo muy surrealista la verdad.
Acabamos con la hora pegada a los talones y nos pusimos a prepararnos para Timadores.
Las cosas como son, pese al caos, parece que la obra marchaba muy bien, había buena comunicación entre todos y parecía que podía sacarse algo bueno.
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