Aunque el titular, aun no es oficial, porque como he dicho en la entrada
anterior, Salva, el director, aun no ha visto la evolución del personaje.
El sábado 20 de junio de 2015, fue muy especial, pese a la
maratoniana jornada, estaba al cien por cien.
Como he dicho antes, toda la jornada estaba organizada y
cada etapa se cumplió con la máxima pulcritud.
Ayer , creo que ,Teo
resucitó. Antes de empezar, aclaré en mi cabeza todo lo que durante esta semana
había trabajado y gracias a eso recuperé
movimientos, gestos y además conseguí sacar muchos nuevos.
En los últimos ensayos, salía a realizar la escena y adiós, decía
los textos y realizaba los movimientos y poco más. No tenía una visión global de la obra, los cambios de vestuario me desconcentraba y no estaba en lo que tenía que estar.
Pero esta vez, distinguí cada escena, viendo claramente el
objetivo de mi personaje en cada una de ellas, también, en las que se desarrollaban el mismo
día, intenté mantener la
misma compostura y comportamiento.
Las acciones de mi personaje, ordenar, leer, limpiar, estudiar etc., las
hice de verdad, no mimando que las hacía.
Estuve más pendiente a oír y no a actuar, a estar dispuesto para mi compañera y no solo para mi.
Esto, me llevó a conseguir mayor
credibilidad al personaje y al texto y por eso sequé cosas nuevas.
Como digo acabé muy contento, tengo muchas ganas de que
llegué el ensayo general, porque quiero demostrar lo que he conseguido, porque
quiero que Salva lo vea y porque quiero volver a vivir todo aquello.
Cuando actuamos con la escenografía montada, hubo momentos
que lo sentí todo muy real.
La frase lapidaria de Anai al final de la pieza fue: “TEO HA
VUELTO, LO HE VISTO”. Amén.
Por cierto, releyendo todo esto me doy cuenta de que uso técnica, cosa que hasta ahora no he sido consciente y todo ello lo he aprendido en la escuela.
Ensaya mas hio.....
ResponderEliminarEnsaya mas hio.....
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