Son las 19:15 horas del sábado 2 de mayo de 2015, estoy
paseando por las calles de Motril. Las Fajardos
acaban de dejarme en la estación de
bus. He sacado mi billete y estoy
esperando que den las 19: 45 h.para
irme de vuelta a Málaga.
Hace una tarde estupenda y acabo de terminar la animación de
La
Bella y la Bestia, que realizado junto a Albita.
Como no me ha dado tiempo a ver nada de Motril y es la primera vez que vengo,
estoy paseando un poco, pero creo que no
es su zona monumental, porque solo veo supermercados y bloques.
Voy relajado, tranquilo, a gusto.
Realmente es la
primera animación que acabo y me siento tan reconfortado y tan tranquilo y en la que los niños me han dado mucho más que
le he dado yo a ellos.
No ha sido un luchar contra las fuerzas de la naturaleza,
para que los niños guarden silencio o participen, sino al contrario ha sido, disfrutar todos juntos.
Nunca he tenido chavales más educados y participativos que
estos con mucho cariño.
Estoy muy relajado, parece que en estas dos horas ha pasado
algo, no sé que el qué, pero no he sido consciente de que han pasado dos horas, parecen dos
minutos. Cuando Marta, mientras jugábamos al pilla-pilla, dijo que era casi la
hora de irnos, pensé. “Jo no quiero irme”.
Vuelvo contento, satisfecho y feliz, la mejor animación de
mi vida, pero ha sido así porque los chavales han hecho que sea así.
Contamos el cuento, por cierto, sin mascara. El cuento fue
muy bien, pero después los bailes, el fotocall, el taller o los juegos fueron estupendos.
Cuando la chavala tuvo que cortar la tarta. Sus palabras textuales fueron: “No quiero, mamá, no quiero dejar esto”, o una pequeña que dijo “Me encanta esta obra de teatro”.
De hecho nos trajeron chuches que habían cogido
especialmente para nosotros y lo mejor, no quería que nos fuéramos. Lo dicho: ·” Yo lo pasé muy bien gracias Alba y
gracias CHICOS Y CHICAS HABEIS SIDO LOS MEJORES”.
No olvides nunca, que los niños estan sobrevalorados...no te lies....
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