Pues si otra vez tuvieron lleno absoluto, es que vamos a
ver, en estos tiempos y como está todo, ver gente que curre tanto y tenga su
resultado es una alegría la verdad y que yo forme parte de ellos es más alegría
aun.
Aun con mi mente puesta en Ser o… ¡no sé! el domingo 29 de noviembre, madrugué. Después de una
semana de reposo, debido al resfriado. Me levanté que parecía que me habían
dado una paliza.
Salí apurado de tiempo, pero llegué muy bien de hora,
abrigado hasta las orejas y con las calles de Málaga completamente muertas.
En cuanto llegué mi primera función fue la de inflar globos,
mientras terminaban de poner la escenografía, maquillarse, preparaban el
vestuario, ensayaban o hacían pruebas de luces, yo infla que te infla.
Esta vez fue todo mucho más relajado, gracias a Dios no
había lista de reservas de entradas, promociones etc., que es lo más
complicado, así que tuve poco que hacer con el tema de las entradas, algo que
se agradece.
El resto fue genial,
con los globos ya listos. Yo sabía lo que tenía que hacer y cómo. Con lo
cual, mucho más relajado que la semana pasada, lo fui haciendo todo.
Ya me movía por el teatro como pez en el agua, además al
saber que mis compañeros estaban más relajado, yo me iba con más soltura. El domingo si sentía que En Blanco Teatro era mío.
Vuelvo a decir que me encanta esa labor, de realización.
Mientras ellos andaban en sus cosas, yo sentado en el patio de butacas, con mi móvil
a expensas de que Nora me dijera que faltaba algo de última hora y
solucionarlo.
Eres el enlace entre el mundo de la fantasía y el real y tu
función es que los actores estén en lo que tienen que estar y no en el exterior
y me gusta eso.
Solucionar el problema de las faltas de toallitas desmaquillarte
para Nora, o cambiar a última hora la pila del micro de Laura sin que el
publico notara nada... fue mi trabajo.
La verdad, que todo fue muy sencillo, el publico llegó a
buena hora, empezamos solo cinco minutos más tarde, porque ya habían llegado
todos, yo lo llevaba todo controlado, con lo cual pude disfrutar de la pieza
mucho más que la semana pasada.
Debo decir que es una
maravilla, tenéis que ir a verla. Además mis compañeros estaban más tranquilo y
sacaron muchas más cosas.
Cuando sales de la misma te has enamorado de los tres
personajes. Steven, estuvo el domingo para comérselo, que grande es y no porque
lleve zancos.
Por cierto, tres sorpresas antes de marcharme, tuve el honor
de llevar en mis manos al Príncipe Hugo, durante la sesión de fotos, Nora ya me
habló de otro proyecto donde yo podría
aparecer… y el hermano de Nora, Hugo, me dijo que ya era de la familia y que me tenía
un regalito pendiente, yo sé lo que es, pero no quiero decirlo aun.
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