jueves, 10 de diciembre de 2015

NI VIRUS HUBO EN EL SEGUNDO DIA DE " NEGOCIOS SUCIOS".


Ayer, miércoles 9 de diciembre de 2015 tras un largo y fructífero puente,  ni virus había en nuestros pases de  Negocios sucios.


Esto de los miércoles parece que no funciona, pero bueno ahí estaba el equipo de cinco actores/actrices con el director, Carlos, a la cabeza, dando el callo.

La sensación al ir de vuelta a casa, fue un poco rara, porque de nuevo no vi a Carlos muy entusiasmado con nuestra actuación. En los ensayos decía que era un lujo vernos actuar,  pero ahora no lo veo convencido del todo. Como siempre digo, para mí lo importante es que la gente disfrute y  que el director se quede contento con  nuestro trabajo y vea en vivo y en pie aquello que un día tuvo en su cabeza. Y creo que Carlos no lo ve.

Solo hicimos un pase, hubo compañeros que hicieron más y otros que hicieron menos.

En nuestro pase no había mucho público y entró Carlos a vernos, eso me puso un pelín nervioso. Al acabar vi a este sonriente y me movió la cabeza de modo afirmativo. En cambio de camino a casa, junto a Alba,  le pregunté que le había parecido y   solo me dijo que había estado bien, mejor que el otro día y que ya habíamos recuperado el ritmo perdido. Pero yo me fui a casa pensando en sus palabras y buscando un enfoque o algo nuevo que meterle al personaje, pero no sé.

Ayer si iba mucho más concentrado.

Aunque pasó algo  que me gustó mucho, mientras cogía el autobús de vuelta, del trabajo en el colegio,  tenía la sensación de que iba a trabajar a otro sitio, o sea, ya está confirmado que trabajo en esto.

Como digo,  estaba mucho más concentrado, dormí y descansé en el camino  del bus, repasé el texto, solo, como dos veces, ayudé a montar, me maquillé, hice dos pases de texto con Lorena etc. O sea, lo hice todo de una forma más ritual, y más serio que la semana anterior.

Pero para poco sirvió, ahora eso sí, las dos horas que estuve allí no me lo pude pasar mejor.
Lorena desprovista de sus virus de la pasada semana, me descubrió una faceta que no conocía la del humor, que graciosa es. Es de estas personas, que a mí me encantan, que no van de graciosas ni hacen gracias, sino, que ella misma con sus respuestas, ocurrencias y forma de contestar, despiertan carcajadas. De verdad, que no paraba de reír con ella.

El primer pase, lo pasamos, Alba, Lorena y yo, sentados alrededor de una mesa pequeña, con poca luz, y los tres con las manos sobre la misma, haciéndonos  confesiones. Parecía una sesión de espiritismo.

Hicimos el segundo pase. Al principio, el reducido número de espectadores, me hizo comenzar un poco cortado, luego me fui metiendo en la pieza, y aunque me noté un pelín gritón y adelanté alguna reacción, me sentí muy bien y muy a gusto con Lorena, que estuvo muy bien. Lo pasé bien.

Los tercero y cuarto  lo  acabamos, todos, en la sala uno sentados frentes al director, por este orden; Lorena, yo, Alba,  Carlos, actor, y Belén, que bien lo pasamos que pecha de reír, hablando de teatro y arreglando el mundo, pero en versión broma, nada místico, je, je, je. A nosotros no nos va eso.

No acabé contento, no fue un buen día, no pudimos demostrar nuestro trabajo, ni nuestra coqueta obra, pero lo pasé muy bien, aunque luego meditando de camino a casa, no iba muy satisfecho de lo que hice.




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