Es curioso, yo no soy de Alhaurin de la Torre, pero si lo es
mi familia, tengo amigos allí y por tanto, es un pueblo que conozco
bastante bien y también es curioso, como estando tan cerca de Málaga mis
compañeros no lo conocían a penas y todo les parecía nuevo, extraño, original y
a mí me parecía todo tan familiar.

No había mucha gente en las calles, estaba medio nublado y
hacía mucho frio. Las calles del pueblo ya estaban adornadas para la próxima
Navidad y eso me gustó, no me preguntéis el por qué pero siempre me gustó
actuar en estas fechas.
Cargados con seis sillas llegamos a la Casa de la cultura
Vicente Alexandre, lugar de la actuación. Estábamos a jueves 30 de noviembre del 2017 y eran las 8:30 de la mañana.


En cuanto al camerino decir, que faltaban sillas, pero estaba muy bien: dos baños, duchas, espejos enormes, percheros y hasta un sofá muy estampado de los años noventa.
Una vez allí, coloqué
mi ropa. Por cierto, debido a la personalidad de mi personaje no me
gusta planchar mi vestuario pero ayer estaba... demasiado arrugado.
Una vez colocado el vestuario, coloqué el atrezo y empecé mi
investigación por el escenario.



Eran las 8:40 aproximadamente, como el técnico no llegaba
hasta las 9:00 Miguel y Fernando fueron a por un café y a Fernando, desde ese
momento, no volvimos a verlo más.

Sé el trabajo y esfuerzo que hizo, no solo físico sino también sentimental. Sé que le costó, pero lo hizo todo con una sonrisa y siempre muy atento a nosotros. GRACIAS.
Gracias también a Pepa por sus locuras y porque me llevó la
manzana de media mañana, pero ayer con el frío no nos la comimos. Sorry.
Buenos sobre las 9, empezó Pepa a maquillarse y yo hice lo
propio. Nos maquillamos, de pie, frente al gran espejo.
El maquillaje nuevo me vino de maravilla, pero cuando llegó el momento de
ponerme el gorro de lana hubo un problema. Lo había lavado y al ser de lana encogió
mucho. Menos mal que con la ayuda de Adri, mi pie y un rollo de papel higiénico
industrial lo logramos ensanchar y lo pude usar.
Y poco más, vestidos y
maquillados, empezaron las pruebas de luces. Nosotros prácticamente estuvimos
sentados en el escenario en silencio, yo haciendo fotos y escribiendo para el
blog y redes sociales.
Como digo ese escenario y yo nos llevamos bien desde un
principio, pero como temía tanto el momento de espera en la silla no se me
quitaba el nervio interior, el nudo en el estómago, las ganas de salir de allí.
Esperando, esperando, dieron las 9:45 y nos dijeron que ya
estaban todos los niños abajo haciendo cola, así que, ya empezaba todo, el
previo se acababa, empezaba la función.
Deseé suerte a las chicas del grupo. Me fui solo al camerino
a esperar mi salida y a hablar con mi amigo Antonio por Whatsapp y me relajé un
poco.
Minutos antes de las diez salí del camerino hablé con
Fernando y a las diez en punto se apagó el teatro y comenzamos.
Eres un semicateto maravilloso.
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