domingo, 11 de noviembre de 2018

SIN COPA Y SIN ARTE, PERO CON INFORMACIÓN.


No hubo ni copa, ni arte. Hubo una Coca Cola, un Nestea y hasta un chocolate con churros. Cuando llegué, mis compañeros estaban recibiendo estas viandas de un bar cercano al lugar de ensayo. Yo como acababa de merendar no quise nada. Así que copa hubo poca, pero arte hubo aun menos, lo que si hubo fue mucha información y buenas noticias. 

Rectifico, arte si hubo y a raudales, porque estaba Concha Galán y ella es arte por los cuatro costados y en ese lugar tan pequeño su arte lo inundó todo.

Mis compañeros llevaban reunidos desde las 17 horas, cuando llegué, sobre las 19:15, era casi la hora de acabar, ya que, a las 20 horas, dos de los asistentes habían quedado para otras cosas ajenas al teatro.

Si recordáis, llevo liado con la pieza Una copa con el arte, casi dos años. Este verano  decidimos parar y volvimos  a retomar a primeros de octubre. En esa fecha hicimos un ensayo, pero a la semana siguiente mi compañera no pudo y a la otra yo tenía trabajo, así que hasta el pasado jueves, 8 de noviembre del 2018 no hubo otra cita.

Yo veía la pieza, en mi cabeza, como un barco a la deriva, es decir, como el final de la película de Titanic, donde la protagonista se queda agarrada a una tabla en el mar, a la espera de que alguien la salve o este se  la coma para siempre y ella no puede hacer nada, pues así veía yo la obra, suelta, sin destino, sin rumbo, sin fin y yo sin ganas de luchar por salvarla.

Pero el pasado jueves todo cambió. Después de los saludos pertinentes y un monologo/ declaración de intenciones de Alberto, autor y actor de la pieza, hicimos un pase de la escena uno, entre Concha y yo. Al acabar, Gloria, un nuevo personaje en esta historia, tomó la palabra, dejando muy  clara su postura, su forma de pensar, sus intenciones y sus ganas de trabajar. A continuación se hizo un organigrama de ensayos, nos mandaron deberes a Concha y a mí y el ensayo se dio por cerrado.

Y ahora os cuento la lluvia de informaciones que recibí en ese ensayo de... ¿ media hora?:

A partir de ahora Gloria se incorpora al elenco, pero como directora, o sea, habrá alguien externo que aporte una visión fresca, nueva y sobre todo responsable a la pieza. Ella se encargará del 70 % de la visión final de la misma. Yo ya conozco a Gloria como compañera y sé que sabe lo que hace, que tiene conocimiento y que es extremadamente seria en su labor, seria con el trabajo y detallista hasta en la mínima cosa y eso me hizo verla como un gran buque que vino a rescatar nuestra obra del océano. Es más  ya echó una bronca por no saberse bien los textos e ir con los papeles en las manos.

Y poco más que que apuntar, que pude actuar o interactuar muy poquito con Concha pero que como siempre, no es un placer, es casi entrar en éxtasis, porque es muy grande.

Por cierto, nada más entrar, a parte de pisar a su perrita que vino a saludarme y la pisé sin querer, Concha me soltó un:" Enhorabuena" yo no sabía a qué venía y luego me explicó que era por mi papel de Queipo de Llano,  le habían pasado el video y le gustó mucho mi trabajo, sobre todo como pillé su acento, sus entonaciones, su tono de voz etc. Me dijo que había oido audios de él y que hablaba como yo lo hice, o sea, no solo me dio la enhorabuena, sino que especificó por qué la daba y además se le notaba segura y convincente de lo que me decía y yo claro, engordé de tal manera que ya no cabía en la peluquería donde ensayamos, además en otro momento del ensayo rectificó a un compañero y le dijo :" No, Lolo es profesional, porque trabaja y cobra de esto y por esto". Y yo otra vez más gordo.

¡¡¡ Ay Concha, esta profesión que bonita es, pero está cargada de miedos e inseguridades y  cuando grandes como tu te dicen eso, ofú te anima mucho. GRACIAS MAESTRA!!

Y ¡¡ Gloria bienvenida.!!





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