¡Qué gracioso! Me siento, tal cual me sentía el verano pasado
antes de actuar, solo, tranquilo, relajado pero
con el oído alerta, por si de un momento a otro aparece mi compañero y
debo empezar. Este año el compañero es compañera, Rebeca, mi pie es, oírla llamándome: "señor, señor".
Este año, no sé la calor que voy a pasar, pero mis momento
de espera, van a ser muy cómodos, porque debo actuar en la Casa-palacio y descanso, concretamente, en una habitación con un precioso sofá y ahora estoy recostado en
él. De fondo, Úrsula ensayando su papel
y el ruido de la música, perdón sonido, pero está tan alta...
No sé cómo irá el verano, pero la pareja del verano seremos
Rebeca y yo. Porque vamos a pasar casi todo el rato juntos.
Juntos hemos subido, hoy jueves 18 de mayo del 2017, a la casa, hemos repasado el texto, hemos
montado nuestra escena, hemos colocado el atrezo de la casa y hemos... puesto
los faroles en la escalinata a la entrada. Momento cumbre, donde como
alquimistas hemos medido los escalones, para saber dónde colocar cada farol y
luego los hemos encendido.
Era un placer ver a Rebeca, andando por la casa o
encendiendo velas, vestida de Beatriz, porque daba todo el pego y me sentí
transportado a otra época.
En cambio yo, hoy, he tenido unos problemas horribles al
ponerme el pañuelo. Lo he hecho a
oscuras en el baño de abajo del jardín y me lo he puesto como mil veces y todas
ha quedado igual de mal.
Siempre me lo he puesto a la primera y ha quedado tan chulo
que ha sido verme vestido y me he sentido Jorge Loring, en cambio hoy ha
quedado tan cutre que me siento como un invitado de una boda en el momento de
la barra libre.
Me avisan que ya mismo me toca y yo sin repasar. Debería
hacerlo.
Del previo tengo poco que contar, he llegado a las 20:30
silencioso y sigiloso, porque ha sido entrar y encontrar a Soraya hablando por teléfono
y a Rebeca y Dani ensayando y como no quería molestar no he hablado, luego me
he vestido y como nos hemos cambiado en la zona privada de los trabajadores del
jardín y eso es minúsculo, pues me he ido al baño público, solo, a ponerme el
dichoso pañuelo, he llegado y eran las 21:05 y Rebeca y yo nos hemos ido
a montar la Casa-palacio, tras eso ensayo con Úrsula y mi momento de soledad.
A las 22:00 ha comenzado el pase.
Debo decir que ha habido el mismo buen rollo de siempre,
pero hoy estábamos más nerviosillos y hemos ido cada uno a nuestra bola.
El mejor momento ha sido en el que Dani, nos ha ofrecido una
bandeja de dulcecitos para merendar y para ayudar a que mis 4 kilos de más sigan
adelante.
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