¿Cogeré pronto el autobús? ¿Llegaré a tiempo al jardín? ¿Habrán
subido las cosas de peso? ¿Tendré que subir mi ropa o algo más? ¿Me ayudará
alguien a subir? ¿Podré dejar el atril nuevo en la casa-palacio? ¿Me vendré con
alguien cuando acabe? ¿Lloverá? ¿Pasaré frío a la vuelta? ¿Encontraré una panadería
abierta para comprarme un dulce antes de irme?
Esas son las preguntas que llenan mi cabeza mientras salgo
de casa, camino al botánico para el reestreno 2018 de La historia jamás
contada, hoy sábado 19 de mayo del 2018. No voy solo me acompaña mi porta
trajes con el vestuario, mi mochila con el atrezo y mi alianza de casado en el
dedo.
Estas no son las preguntas previas a un reestreno y más
cuando el año pasado siempre empezaba los pases nervioso. El pasado verano hice de Jorge Loring
mil veces pues siempre empezaba inseguro no tenía el texto muy asentado, pues
bien desde que el otro día, ocho meses después lo retomé y sin apenas pensarlo
vino solo a mi cabeza, le he pillado una seguridad que ya no me preocupa la actuación
lo más mínimo. Es un solo pase y voy con ganas de disfrutar y pasarlo bien.
Espero no pagar esta sobre seguridad.
Primera pregunta resuelta me he comprado una pequeña
palmerita de Nutella y chocolate blanco en una panadería que siempre está abierta.
Segunda pregunta resuelta y la más importante, ya voy en el autobús son las 19:08, con lo
cual ya sé que voy a llegar a tiempo porque por mucho que tarde, no hay apenas circulación en 10 minutos estoy
allí y luego me quedan otros 10 o 15 minutos andando por tanto llego a tiempo.
Con esa pregunta resuelta las demás me dan igual.
¿Sabéis dónde estoy? Sentado en la parada del bus de la línea
2 de la EMT. Estoy en la última parada.
He llegado tan pronto, eran las 19:15, que en vez de irme al
jardín me he sentado aquí a escribir esta entrada.
Ya son las 19:23 al
final llego tarde.
Bueno ya está lista la entrada. Ahora a disfrutar de la mini vuelta
al verano y a tener cuidado porque el porta trajes, que por cierto es uno muy bueno que me regaló
Anai, es muy largo y ya he estado a punto de hocicar tres veces ( bajando la
escalera de casa, al salir de casa y al bajar del bus)
Me voy me quedan ya solo 5 minutos para llegar.
He llegado a la puerta del jardín. Son las 19:37. Llego siete minutos
tarde. Esto está dentro del tiempo de cortesía del jardín, así que nada. No me regañéis que he
llegado tarde ha sido por escribiros en el blog. Adiós empieza el previo.
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