Como ya os informé ayer, en una entrada anterior, el texto
de Jorge Loring, de la pieza La historia jamás contada ya está al 100% ,pero
ahora me quedaba lo peor: probarme el vestuario. Entre los kilos de más y que
no me prestan el abrigo no las tenía todas conmigo.
En la última reunión en el botánico, propuse que al no
llevar el abrigo podía ponerme una chaqueta de traje de color negro. Alguien me
dijo que como era verano y Jorge era una persona muy importante que intentara llevar otra cosa.
Manu, director, actor y ex compañero de la ESAD, me dijo que
el abrigo en una fiesta de verano tampoco me pegaba mucho y en esto me acordé de una chaqueta de esmoquin que tengo en casa y que usé en un montaje de la ESAD,
donde Manu y yo trabajamos juntos. En cuanto lo dije, Manu me comentó que si aún
tenía esa chaqueta que sería perfecta.
Hoy domingo 13 de mayo el 2018, tras el almuerzo y como
habían retrasado la hora de la quedada del corto Libre quiero ser de las
16:00 a las 17:00 horas, aproveché para buscar las cosas del ensayo general de mañana en el botánico y de camino busqué y me probé la mencionada chaqueta
de esmoquin.
Tras hacerme fotos y mandarlas al grupo de Whatsapp para que
me dieran o no el visto bueno, nadie me dijo nada, excepto Manu, que me ha
dicho que me está perfecta pero que debo llevar siempre el botón cerrado.
Y el milagro es: ¡Que la chaqueta me está bien, me cierra y me
siento cómodo con ella, el único problema es que me está un poco corta de
mangas, pero por lo demás bien!. ¡Me cabe!
Por cierto, dicha chaqueta perteneció al padrino de bodas de
mi madre, Juan Delgado y es del día de la boda de este allá por 1963 aproximadamente.
Siguiente problema a solucionar: los pantalones, el chaleco y la camisa. La camisa no me preocupa tanto, pero el chaleco y sobre
todo el pantalón me preocupa mucho. Ya os contaré. Recemos para que se produzca otro
milagro.
Mas guapo que to las cosas y no le hagas ni caso a lo que digan.
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