El nombre de Diantre Teatro, como ya sabéis, se le ocurrió a
Anai, un día de inspiración. Llevábamos tiempo barajando nombres y una mañana, vía Whatsapp, nos dijo que el nombre de la asociación sería:
Diantre Teatro y al ensayo siguiente, cuando nos reunimos, me confesó que lo veía
naranja, que el color corporativo debía ser el naranja y desde entonces
aprovecha cualquier reunión para reclamar un logo.
A mí el nombre me gusta y estoy encantado con él, sobre todo
por el cariño y la afición que le puso Anai, pero pienso que nos hemos
equivocado, que nos pega más con nuestra personalidad y nuestra forma de ser:
Los comilones teatro, Los barriga llena teatro o Potaje de lentejas teatro,
porque es que cada reunión o cada ensayo se realiza durante una comida o es el cierre
y colofón . Luego nos quejamos de los kilos de más.
Como ya os dije en mi ultima entrada, teníamos pendiente una reunión, para hablar de nuestro futuro, hacer balance del año y sobre todo,
para preparar nuestro próximo proyecto.
Estuvimos barajando sitios, lugares,
horas, días, hasta que pensamos: " Si
es solo para hablar, mejor delante de una buena mesa, ¿no? Quedemos para comer
y así de camino charlamos" y eso hicimos.
La reunión tuvo lugar el pasado viernes, 15 de junio del 2018, y yo no os he escrito nada hasta ahora. ¡Qué gamberro! Pero es que el final de mis vacaciones no ha sido
muy bueno... Ya os contaré.
Lo que si os digo es que dicha reunión se realizó en tres
partes: Merchanas (cervezas y tapa de
rusa), Harlem (Wook de arroz, salmón
y pollo, nachos y tarta de Oreo) y Casa
Mira (Blanco y negro). Ahí es nada, por eso tras la reunión yo me fui a
andar.
Bueno, cotilleamos, nos pusimos al día y luego
hicimos un balance muy satisfactorio del curso: Tres espectáculos en un curso y
todos estrenados, eso está más que bien. Para un grupo pequeño, de solo tres
personas, sin ayudas, subvenciones o enchufes, está muy “requetebién”.
Como siempre digo a
todo el mundo, yo quiero trabajar y cobrar, porque esta profesión me encanta
pero también es mi sustento, pero con Diantre
Teatro todo es diferente, no lo hacemos por amor al arte, ese amor ya
murió, lo hacemos por disfrutar nosotros del teatro, de poner nuestras ideas en
prácticas y sobre todo de trabajar juntos y analizando todo eso decidimos
cambiar el chip del grupo.
No fue algo premeditado salió de forma improvisada. Todos sabéis que hay muchos grupos que mueven sus obras mucho y
todas parecen un éxito, pero la verdad es que en la mayoría hay mucha
publicidad y poca contraprestación económica.
Nosotros los argumentos de:" Es que actuar en mi local
os da publicad", " Es que hacemos cultura abierta", " Es
que estamos en contra del sistema" ya nos suenan pasados de modas siempre hemos huido de todo eso, pero ahora hemos pensado, que como hemos decidido trabajar para nosotros y para poder disfrutar de hacer
nuestras cosas, vamos a hacer un barrido de locales pequeños para
ofrecer nuestros productos.
Para Las archivadoras, es verdad que hicimos, otro plan hemos pensamos mandar mail a colegios, bibliotecas y
ayuntamientos y mover esta pieza, que es más cultural y educativa en dichos
lugares. En esos sitios si esperamos y exigimos contraprestación económica. Yo
me prometí a hacer esto y aun no lo he hecho.
Y para El olvido que seremos, visitaremos salas alternativas.
Igualmente hicimos un calendario de ensayos y pensamos
montar una obra durante el mes de agosto para mover durante el otoño.Del nuevo proyecto no hablamos nada, solo hablamos de la
fecha en que quedaríamos para el mismo.
Y como digo tras la supercomilona, me fui de paseo y visité algunas de esas salas como: La Polivalente ( me recibió un chico muy amable, que sabe de cultura un montón,
que me dio toda clase de facilidades y me gustó mucho su rollo y lo que nos
aportaba al grupo), Las Camborias ( donde viví una experiencia totalmente
almodovariana, puesto que ayudé a la regente del local a colgar carteles e
incluso me pidió que le cuidara el bar, según me dijo, porque ya era su amigo, la verdad, que
la chica que conquistó y no sé con qué iremos, pero Diantres
Teatro tiene que tener el honor de actuar en esa sala) y por ultimo La Casa Amarilla ( Esa fue una llamada telefónica
donde el chico me trató superbién. La verdad que fueron muy interesantes la
propuesta y las condiciones).
Ahora solo queda reunirnos, decidir qué hacer,
preparar dosieres apañados y empezar a moverlo todo, pero ya hasta otoño nada, porque
la oferta teatral baja mucho y porque mis compis se transforman en Willy Fog y Romí
y no paran de viajar durante el verano.
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