Pues el viernes 23 de diciembre del 2022, tenía curro. Se repetía por segundo día consecutivo la visita al centro de Málaga de Eventos con historia, Cuentacuentos teatralizados de Andersen y de nuevo el emperador debía acudir
La caprichosa diosa fortuna hizo que cuando iba a entrar al Museo Revello de Toro, donde nos cambiábamos, me volviera a cruzar con la misma compañera con la que lo hice el jueves.Esta vez me preguntó qué debía decirme cuando me abriera la capa, para concluir el pase según lo previsto, y no ocurriera como en el día anterior.
La verdad que me agradó mucho más que la recepción del 22, donde se puso a gesticular como una especie de regañuza, dando a entender que los pases iban a empezar ya y que yo llegaba muy retrasado.
"¿ Desde cuando una compañera tiene potestad para evidenciar si un compañero llega más tarde que otro, y encima con un regaño?", ¿Ella sabe por qué llego tan justo de tiempo?, ¿Ella sabe si Edu está al corriente de esto?". ¡¡¡Qué fuerte todo!!!.
Oye que lo mismo no era esa su intención pero yo sí la recibí así.Tras responder lo que debía decirme, sonreí de oreja a oreja y entré al museo.
Me volvió a recibir amablemente la chica de la puerta, me dirigí hasta el patio, pero esa tarde sí me paré un momento en el Nacimiento del Descendimiento dedicando unos minutos a disfrutar de él. Después crucé el patio y me encontré a un compañero, Patxi, ya con el vestuario puesto. Como era similar al de un fraile, lo saludé con un : " Ave María Purísima". Qué bien me cae ese muchacho.Si ayer fui el amo y señor del museo, esta vez era el fantasma travieso que corría de un lado a otro de manera invisible.
Corría porque aunque quedaba más de una hora para empezar a actuar, tampoco podía andar perdiendo el tiempo. Además Edu deambulaba por allí y encima que había llegado tarde no iba a ir hueveando.
E invisible, porque aunque saludé amablemente a todos los compañeros, que aún andaban por allí, o bien terminando de vestirse o esperándose unos a otros, no tengo intimidad con ninguno de ellos así que apenas articulé palabra. Fui a lo mío.
Debo aclarar que esta vez no llegué tarde porque estuviera trabajando, ni porque me despistara, sino porque nos habían citado 2 horas antes y yo con menos tiempo tenía suficiente.El proceso que seguí esa tarde, fue idéntico al del día anterior, pero de otra forma, pues las condiciones eran distintas.
Como el baño de las chicas estaba ocupado, Edu, me dijo que fuera al de caballeros.
¡¡¡ No. Otra vez vivír ese martirio de subir a la primera planta y dar vueltas de un lugar a otro del museo, buscando el baño.No.!!! Le pedí que me lo explicara bien,seguí sus instrucciones, y esta vez si lo encontré.
Yo creo que lo pusieron nuevo que ayer no estaba.
Pues oyendo Amigo Felix, volví a maquillarme. Otra vez fue muy tranquilo, rápido y sin problemas, eso sí, este baño era más pequeño, pero más intimo que el de ayer.
Una vez maquillado empecé a vestirme y todo el museo empezó a quedarse vacío. Mis compañeros se fueron marchando a sus lugares de actuación y de nuevo pude deambular tranquilo y sin ruidos por dicho lugar, ya estaba solo.