Que previo más largo y más solitario. Cuando actúas en el la capilla central del cementerio San Miguel, debes esperar a que, el resto de compañeros, acaben su trabajo. Esto traducido en minutos es casi una hora. Si actúas en el centro con otros compañeros durante la espera puedes bromear y hablar con ellos, pero cuando, como ayer miércoles 24 de julio del 2019, sales a escena con una sola compañera, Maríangeles, y ella no pudo asistir , pasé esa hora solo, totalmente solo y aburrido.
Llegué saludé a los compañeros, iba a un ritmo un poco más rápido de lo normal, pero cuando entré la gran mayoría estaba sin vestir aun, así que me relajé y me senté en el escalón de la “sala de duelo- camerino” de los chicos, junto a Toni para hacernos fotos, bromear etc, ya eran las 20:49 y empezamos a vestirnos.
Una vez vestido, estuve de paseo y bromas con los compañeros, pero llegó la hora de empezar, acompañé del brazo a mi Luisa a su lugar de actuación junto al gran Toni, puesto que presagiaba un aburridísimo previo, y todo los minutos que pudiera robarle a la soledad eran buenos.
Vimos venir de lejos a la primera anfitriona y me fui a mi lugar de actuación a ensayar. No iba la cosa mal cuando apareció Eduardo para informarme que no actuaría en agosto y para hablarme de proyectos futuros.
Cuando este se fue, apoyé el móvil en una ventana y me grabé el monologo entero.
Una vez en la “Sala duelo- camerino” visioné el video y me gustó, yo no suelo decir estas cosas, pero creo que tan malo es ser egocéntrico como tener falsa modestia, y lo que vi me gustó, tanto, que me dio seguridad y ya me senté a descansar.
Me senté en el escalón de la “Sala duelo-camerino” como dice Alaska, a ver la vida pasar y me aburrí, qué largo se me hizo ese tiempo, parecía que los minutos duraban horas.
Cuando los compañeros empezaron a venir, puesto que ya habían acabado, me fui a mi escondite a esperar mi turno, repasé varias veces el personaje, me salía y bien, pero cuando la chica que me presenta, empezó a hablar me temblaba todo el cuerpo y el nudo en la garganta era enorme, hacía años que no sentía nervios de verdad antes de actuar. Respiré y salí.
El aburrimiento es el alimento del alma.
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