Nos habían citado, hacía dos semanas, para el ensayo general de Un mundo mágico, en el Jardín Botánico de Málaga, el lunes día 1 julio del 2019, de hecho para que no se sobrecargara al personal del jardín con el montaje y desmontaje de focos, se nos pidió ir más temprano de lo previsto, a las 20:00, y hacer el montaje entre todos. Después de un largo debate, conseguimos coordinarnos y todos dijimos que sí, pero días antes, un compañero nos cambió la cita a las 21:00 y en ese caso, los miembros del jardín, solos, se encargarían de todo el montaje, pero el mismo día a las 13:00, este nos pidió cambiarlo a las 21:30.
Como llevaba todo el vestuario de ambas visitas, me llevaron mis papás al jardín. Recordando con ello viejos tiempos que me hicieron muy feliz.
Cuando llegué, sobre las 20:00, empecé a recibir informaciones extrañas sobre que entendían por ensayo general, sobre el control de los textos, etc. Tan extrañado estaba que decidí, como los niños pequeños, taparme los oídos y gritar rápido y fuerte: “ No escucho, no escucho, no escucho”, claro está, esto lo hice simbólicamente, cogiendo todo mi vestuario y todo mi atrezo para comenzar a probármelo.
Antes de ir al jardín estuve tumbado haciendo NADA y repasando el texto, luego antes de salir hice un repaso completo con la voz, el ritmo y la cadencia del duende, que quedó perfecto, pero en el jardín, intenté repasar en voz alta, mientras Dani iba por un alargador, y me quedó fatal.
Poco antes de las 21:30, llegaron el resto de compañeros. La hora y media de espera con Dani y Álvaro se me pasó volada.
Mi personaje es nuevo, yo llegué tarde a la pieza y no la controlo, ellos (Samu y Juanpe) tenían muy claro en su cabeza que buscaban con este personaje y yo quería que él me viera para saber si el personaje que había creado cumplía sus expectativas y para que me diera indicaciones.
Esperé, él llegó y empezamos.
El primero era yo, hice mi monologo frente a Dani, Úrsula, Celia, Juampe y Álvaro, este último me escuchó poco, pues estaba liado con la colocación de focos.
Lo inicié un poco inseguro: allí vestido de duende, en plena oscuridad y con cuatro compañeros mirándote, pues me corta. Pero en cuanto vi sus sonrisas y sus cara de atención me embalé y lo hice con mucha más seguridad. No perdí el tipo, ni el personaje, en ningún momento.
Tras el primer párrafo, empecé a andar con el grupo, tiempo que Juampe aprovechó para hacerme una indicación de posición frente a la luz. Andamos, fui contando algo y llegamos a otro lugar. Allí Juampe me aconsejó otra posición por la luz y como debería organizar el texto respecto a las posiciones para aprovechar mejor las luces y que no se perdieran detalles de mi personaje, yo como siempre lo acepté.
Se acercaba el final y como estaba ya más tranquilo y con el personaje más pillado lo disfruté un montón.
De ahí llegué al final donde digo la introducción de la historia y eso está controlado. Lo repetí dos veces para dar bien la entrada a Dani y así acabé, fui a cambiarme y me uní al grupo de nuevo.
Tuve muy buena retroalimentación. Úrsula me aconsejó agarrar bien el pelo para que no me tapara los ojos porque expresaba mucho con ellos y comentó muchas cosas que le gustaron de mi texto, Celia me dijo que metía onomatopeyas, a ella eso le encanta, y me aconsejó que metiera más, además me felicitó por el texto y Juampe me felicitó mil veces y me dijo que lo que había creado era justo lo que él tenía en su cabeza, así que salí felicísimo y con fuerza para comérmelo todo. Sé que con publico, lo jugaré y lo disfrutaré más.
Del resto del ensayo no coment… solo decir que mis compis han creado unos personajes que son unos dulces, son maravillosos, que es una suerte trabajar con gente tan buena y que los envidio.
Concluyo pidiendo que recemos para que el título de la entrada sea real.
El miércoles… estreno….
Sobrecogido dice.
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