Parece que mis entradas hablando de los previos cada vez son más cortas, podéis pensar que ya no tengo tanto interés en el botánico, que le falta la magia que tenía ese lugar o que yo la he perdido pero no es así, nada es lo que parece y os cuento el por qué son tan cortas, a continuación:
Solía llegar al jardín a la misma hora de mis compañeros o sea antes de las 20:00 y hasta las 22:50 no empezaba a actuar. Por eso me daba tiempo a llegar, saludar a los compis de administración, saludar a los que montaban la decoración, coger mi vestuario, mi atrezo, mi maquillaje, trasladarlo a mi “ camerino”, colocarlo, ordenarlo todo.
Una vez todo listo me maquillaba y me iba al “baño-camerino común” donde me quedaba con todos los compañeros hasta que estaban vestidos y maquillados, de hecho yo los ayudaba a ello y cuando todos se iban y la visita ya estaba empezaba, yo cenaba, calentaba el personaje, escribía en el blog, me vestía, hacía las fotos para el blog, volvía a calentar el personaje y aun me sobraban unos 10 minutos de espera y todo lo hacía en paz, armonía y relaj, por tanto, tenía mucho tiempo para hacer cosas, para que ocurrieran más, para pensar y para escribir “chorraditas” en el blog.
Pero ahora todo a cambiado, soy, unos jueves el primero en actuar, y otros, el segundo y eso hace que no pierda ni un minuto y todo tenga que estar organizado. De hecho el pasado jueves, 18 de julio del 2019, llegué al jardín a las 19:45 y a las 20:41 ya estaba en el interior del Museo Loringiano, vestido, maquillado y preparado para que en 20 minutos llegara el público y comenzar.
Así que de 56 minutos hay poco que contar.
Llegué al jardín a las 19:45 y tras saludar a los chicos de administración, ponernos al día, coger mi ropa, saludar a Soraya reírnos de nuestras tonterías, recibir a una bella y colorista Úrsula y enterarme de las cosas que tenía que recoger tras la actuación, me fui con Úrsula hacía los lugares de preparación, de camino nos encontramos con Samu, con él que confirmé lo que tenia que recoger y al que informé que siguiendo su consejo esta vez haría mi personaje más parecido a Gandalf que al viejito ( como fue todo en la entrada siguiente).
Tras eso, ordené mis cosas en mi “ baño-camerino particular”, me encantó verlo todo ordenado por primera vez y me fui a ver a mis compañeros.
De camino me encontré con ese encanto llamado Celia y me fui charlando y paseando con ella al “ baño- camerino común” donde ayudé a vestirla de ninfa. Esta vez no estuve muy lucido y lo tuve que hacer dos veces.
Noté que el tiempo se me echaba encima y sin pausa alguna me fui a mi “ baño-camerino particular” y me maquillé, lo ordené todo, me vestí y me fui a esperar antes de actuar.
Como bien sabéis me gusta que antes de actuar todo sea como un rito como un ritual a seguir y en esta función, la primera tras el estreno, ya estaba todo organizado y ordenado. El tenerlo todo bajo control me ayudó a empezar con más seguridad y más tranquilo.
Veis no soy yo es que hay poco que contar.
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Las entradas cortas nos gustan mas, asi que no te cortes en cortar.
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