El domingo 18 de julio del 2021, se clausuraba el festival de teatro, Candilejas de Verano, en Campillos, y ahí estaba el grupo El Terral, y yo con ellos.
Quizá fue la noche más lúdica, con un humor más popular. Sé que muchos en la profesión ven este tipo de humor como algo malo, pero a mí me encanta, es el del pueblo y qué, ¿ Ellos no merecen reír?.El Terral siempre ofrece al festival una pieza de este estilo y la del 2021 se llamaba El día del estreno.
Y como siempre, ese humor volvió a triunfar. De hecho una compañera nos decía que había oído a personas del público que iban por la calle hablando de la pieza y comentando lo bien que lo habían pasado.
Tras una introducción musical, donde improvisé algo chulo que en un principio pensé que no me saldría, y una presentación de Manu, se inició la pieza en sí. Compuesta por 4 entremeses, que fueron:
1. GANAS DE REÑIR:
Salimos a escena y aún era de día, fue una sensación muy bonita, pues veías al publico perfectamente y estabas cara a cara. A lo largo del entremés empecé a sentir el anochecer, las luces se iban encendiendo. Estaba a gustó bastante a gusto.
Sobre el escenario lo único que hice fue sentir, no era consciente de lo que estaba pasando, el texto, los movimientos y todo surgía solo, y yo me dejaba llevar, disfrutando, viviendo, nunca juzgando, ni autodirigiendo.Intenté jugar con las emociones del personaje. No quería caer rápido en el enfado fácil y mantenerlo, sino pasar del enfado al romancismo y viceversa.
Al principio como tenía los movimientos muy marcados, donde estaba tiempo en pie quieto, y el texto también muy encorsetado porque mi compañera es muy estricta, estaba un poco nervioso, pero luego me dejé llevar y lo hice sin darme cuenta.
Oí al publico reir en muchísimas ocasiones, lo estaban pasando bien y aunque estaba todo muy marcado, metí cosas, como un beso en la cabeza a mi compañera, que gustó mucho o miradas al público, de esa forma los hacía mi cómplice y los metía en la pieza, animando así sus risas y comentarios.Tercero porque debía estar en escena totalmente estático, casi como una estatua y de cara al público. Me daba un poco de miedo, estar así, pero tenía a mis compis muy cerca y si me ponía nervioso podía apoyarme en ellas, pero lo disfruté, estuve súper, pero muy tranquilo y sintiéndome fuerte frente al publico, aunque cambié de pose una vez.
Y cuarto porque lo había ensayado creo que 3 veces y no sabía si podía fallar y fallé porque acabando me relajé tanto que dije mal una frase no jodí totalmente a mis compis Manu y Antonio, pero si les quité un chiste, los descoloqué y los dejé colgados y tuvieron que improvisar. Perdón de verdad.
3. PRESENTADOR.
De nuevo llegué bien a escena pese a un amplio cambio de vestuario.
Tenía el texto con el que debía presentar el siguiente entremés, preparado y aprendido hacía pocos minutos, pero Marisol me pidió por favor que alargase para que ella pudiera cambiarse de vestuario y alargué.
Le dio tiempo a cambiarse y para eso, me puse a jugar con el público, animándoles a responder mis preguntas. Con estome quitaba la espina del último día que no pude jugar con ellos.
4. LA CONSULTA:
Lo disfruté desde que pisé el escenario. Como nunca había ensayado con la escenografía fue entrar a escena y quedarme pillado, en el buen sentido, pues parecía que estaba en una consulta de verdad. Me metí totalmente en el personaje y en la situación. Me encantó.
Una vez que tomé asiento me dejé llevar.Lo pase bien, pero ¡¡¡BIEN,BIEN!! de verdad.
Controlaba la escena, el ritmo, la noche. Todo lo que ocurría partía de mí. Desde mi mesa me sentía el amo del mundo. La noche y el teatro eran míos.
Intentando dar más realismo a la escena y no buscar solo la risa, recuerdo que jugaba mucho con los papeles, leía, hacía como que apuntaba, miraba la mesa y me sentía medico de verdad.
Después comencé a mirar al público, veía perfectamente el patio de butacas lleno y oía como se reían , reaccionaban, la luna, el cielo, la noche, el verano. Ufff ¡¡ Qué bonito todo!! Qué afortunado.
Es cierto que hice algunos cambios de humor un poco raros, pero hubo mucho juego con los compis. De hecho cuando salían de escena eran despedidos con aplausos.Improvisé gestos, expresiones, me dejé llevar, de hecho el dialogo con Antonio fue totalmente improvisado. Dijimos la esencia pero sin seguir el texto y quedó muy natural.
Una parte esencial de la escena con Manu, era el uso de un palo de madera que los doctores utilizan para ver la garganta.
5. EL FINAL:
En este entremés, Manu, María, Marisol y yo, haciamos una introducción a Antonio, en verso y hablando de manera escalonada.
Me sabía el verso regular y me daba mucha inseguridad, pero me salió de corrido y sin problema.
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