Hoy ha sido mi primer día de clase, como profe de teatro. Y la verdad que gracias a los consejos y ayuda de mi amigo Dani, ha salido todo a la perfección.
Fui a clase con buenas energías y al ir todo tan bien, salí del cole cargado de positividad. Con lo cual, llegué al Teatro Cervantes con muy buenas vibraciones y unas ganas descomunal.

Ya el he hecho de moverme en el Cervantes me gustaba, pero ahora con la adrenalina a tope todo iba mucho mejor.
Llegué saludé y rápidamente me fui al escenario.
Ufffff ese Cervantes visto desde el escenario, tan grande, pero tan pequeño y tan coqueto a la vez.
No estaba nada nervioso me sentía el dueño y señor de dichas tablas.
Al poco de llegar, vi que algo gordo fallaba, se nos presentaba un gran problema. Entre el ciclorama, el telón, el piano, los micros y las luces, los movimientos marcados serían difíciles de realizar. Así que uní a mi gente , urgentemente y empezamos a ensayar como pudimos.

Pero debo decir que nos trataron muy bien. Intentando, siempre, dejarnos espacio para poder ensayar, poniéndonos las luces para nosotros..

Que placer y honor compartir tablas con él. Que orgullo. Hace poco alumno y profesor y ahora colegas.

Listo todo y con un Ismael muy
nervioso, como buen profesional, nos fuimos a descansar.
Mi pie ya no podía más y me senté a reposarlo y de pronto mi camerino se fue llenando de gente, de buena gente.
Y a las ocho tras irse la banda, a su lugar en el teatro, todos nosotros nos fimos al escenario...
A mi la legion!!!
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