Que fresco hace, ya por fin da gusto ir a la cama. Estoy muy cansado, a punto de dormir. Pero antes de hacerlo quiero escribir estas reflexiones.

El otro día en el programa de televisión, En tu casa o en la mía, Elena Furiase comentaba que echaba de menos
que su abuela no hubiera podido estar con ella en su actual momento profesional y me identifiqué mucho con ella. Yo también
tengo esa espinita, siempre lo he pensado. Desde siempre quise ser actor pero
cuando empecé a dedicarme a esto mi
abuela ya era muy mayor y cuando lo hice
de forma oficial, ella ya no estaba con nosotros. Y siempre me he preguntado ¿qué hubiera sentido ella con esta faceta mía?¿
Cómo la hubiera vivído? Seguro que la hubiera disfrutado.

El pregón acabó con
el clásico himno de la Legión El novio
de la muerte y aunque, realmente, no
me apasiona esos temas, ayer con el Teatro Cervantes puesto en pie, cantando
dicha canción, recordé a mi abuela Manuela.
Mi abuelo, su marido, fue legionario y aunque mi cofradía es
otra, desde pequeño esa canción ha estado presente en mi vida. Mi
abuela siempre iba a ver a este Cristo, me
hablaba de la Legión etc. Y ahora me estaba entre cajas, pegado a la primera pata.
Oyendo la canción de mi abuela y viendo el teatro lleno, yo acababa de trabajar sobre esas tablas, veía las luces,
parte del techo, la bambalina, las varas y me sentía la mayor estrella del teatro me imaginaba que todo ese público había venido
a verme.
Pensé que mi abuela
estaría ayer muy orgullosa de mí viendo que trabajaba en ese teatro y para esa
Cofradía y dediqué ese momento a ella, había mil personas allí pero yo sentía
que estábamos los dos solos.
Anoche mi abuela disfrutó conmigo de ese momento. Con lo
cual acabé bastante emocionado pero feliz.
Me encatado esta entrada....y por supuesto que tus abuelos estan contetos con lo bien que haces tu trabajo....enhorabuena hio....
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