martes, 29 de septiembre de 2015
CONCHA GALAN POR PARTIDA TRIPLE.
Ayer lunes, 28 de septiembre de 2015, tuve a la actriz Concha Galán por partida triple y os cuento por qué.
Por la tarde, nos volvimos a reunir, después de un tiempo sin hacerlo, el equipo de Una copa con arte, para comenzar a trabajar, ya en serio , en el proyecto.
Pero por la noche mientras escribía esta crónica, o sea, mientras pensaba en Concha y en lo que es trabajar con ella, la tenía frente a mí, en mi televisor, haciendo de monja pianista, en la serie de Televisión Española, sobre la vida de Concepción Arenal.
Era curioso por la tarde la había tenido frente a mí y ahora la veía frente a Blanca Portillo.
Si aun tengo en la boca el placer que es trabajar con un grande de Málaga como Steven Lance, ahora me estoy midiendo con la grandísima Concha Galán.
Esto es un sueño tras otro.
Ayer nos reunimos en una cafetería para una primera charla sobre la pieza, los personajes etc., y luego en la peluquería de Alberto. Donde comenzamos a trabajar.
Hicimos una lectura completa de la pieza, pero especialmente trabajamos el acto I. Se fueron viendo intenciones, movimientos, relaciones etc.
Alberto lo tiene todo muy claro, es un poco como Almodóvar lo lleva
todo claro en la cabeza y quiere que cada actor de exactamente esa energía, entonación... Suele leer al actor lo que quiere y nosotros se lo damos.
Espero y creo que se lo dimos, casi dos horas de ensayo que se pasaron muy rápido.
Vuelvo a repetir lo que dije en su día, las grandes son muy pequeñas, Concha se ha medido con los más grande de la interpretación en España, ha hecho de todo y en cambio me sorprende, lo noble que es, lo atenta que está siempre a mí, como me cuenta sus cosas, sus intimidades y como se ríe de todo y de ella misma.
Por cierto, hubo ciertos momentos donde no solo leímos, sino que interpretamos, como en una pequeña discusión que hay entre ambos.Gritarle a Concha y oír sea voz tan potente y tan grande me dejó muy pillado.
Además hay otro momento de la pieza donde ella deja a mi personaje con la boca abierta. En dicho momento me percaté de que la cara de alucinado me estaba saliendo demasiado bien. Hasta que me di cuanta que era realmente Lolo, o sea yo, el que estaba alucinado viendo a ese monstruo trabajar.
Bueno pues creo que mañana habrá más.
Aunque debo confesar, que aun estoy un poco nervioso en los ensayos, me siento pequeñín ante ellos, pero es solo cuestión de trabajo y listo.
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