Ayer lunes, 28 de septiembre de 2015, tuve a la actriz Concha Galán por partida triple y os cuento por qué.

Por la tarde, nos volvimos a reunir, después de un tiempo sin hacerlo, el equipo de Una copa con arte, para comenzar a trabajar, ya en serio , en el proyecto.
Pero por la noche mientras escribía esta crónica, o sea, mientras pensaba en Concha y en lo que es trabajar con ella, la tenía frente a mí, en mi televisor, haciendo de monja pianista, en la serie de Televisión Española, sobre la vida de Concepción Arenal.
Era curioso por la tarde la había tenido frente a mí y ahora la veía frente a Blanca Portillo.
Si aun tengo en la boca el placer que es trabajar con un grande de Málaga como Steven Lance, ahora me estoy midiendo con la grandísima Concha Galán.
Esto es un sueño tras otro.
Ayer nos reunimos en una cafetería para una primera charla sobre la pieza, los personajes etc., y luego en la peluquería de Alberto. Donde comenzamos a trabajar.

Alberto lo tiene todo muy claro, es un poco como Almodóvar lo lleva
todo claro en la cabeza y quiere que cada actor de exactamente esa energía, entonación... Suele leer al actor lo que quiere y nosotros se lo damos.
Espero y creo que se lo dimos, casi dos horas de ensayo que se pasaron muy rápido.

Por cierto, hubo ciertos momentos donde no solo leímos, sino que interpretamos, como en una pequeña discusión que hay entre ambos.Gritarle a Concha y oír sea voz tan potente y tan grande me dejó muy pillado.

Bueno pues creo que mañana habrá más.
Aunque debo confesar, que aun estoy un poco nervioso en los ensayos, me siento pequeñín ante ellos, pero es solo cuestión de trabajo y listo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario