lunes, 28 de septiembre de 2015

" A SACO CON LA PSICO". VIERNES 25 DE SEPTIEMBRE DE 2015.



Si el viernes 25 de septiembre de 2015, me hubieran hecho una función homenaje no podrían haber elegido mejor al público.

El viernes estaba la Sala Up del Teatro Alameda, a reventar, estaba abarrotada y casi todos eran amigos, conocidos o compañeros de teatro.

Siempre digo que el público bueno es el que no te conoce, porque el reconocimiento de familiares y amigos, está un poco edulcorado.  Pues el viernes,  hubo mucho de eso, amigos y familiares, o casi familia.
 Pero no eran de los que  te regalan el oído, eran especiales,  puesto que  había personas que hacía años que no veía, otros que jamás me habían visto actuar y otros compañeros de teatro que no me conocen mucho, pero saben de qué hablan.

Acabamos con el público en pie, gritando "bravos"  y pasaron cosas  maravillosas, como la interactuación con el público. 
 Comencé la pieza entre ellos y fue llegar a la sala y cargarme de fuerza. Pablo me poseyó y desde ese momento me iban fluyendo, suspiros, movimientos, comentarios y formas de comportarme nada planificadas pero dadas por el personaje, eso fue ya un ir creciendo, hasta el final de la obra. 

Muy especial fue el momento en el que el publico contestó a Nora, o cuando todos se pusieron en contra de Steven y a favor de mi personaje. El publico del viernes estaba vivo y la sala vibraba, éramos un todo, un corazón en conjunto que llevaba un ritmo y solo latir.

Pero también fue especial porque,  fueron diez niños y niñas, y digo bien, niños y niñas de mi colegio que estuvieron conmigo en párvulos y ahora venían a verme actuar, al llegar y verlos me dieron mucho miedo, pero en un momento que me acerqué a uno de ellos, y lo vi disfrutando, me sentí pleno, al final sus abrazos fueron sinceros y Jesús estuvo muy cariñoso conmigo, gracias, Francis, José, Manoli, Silvia, Susana, Mari Carmen, Alberto y señora.

Después estuvieron los de siempre, mi Carmen, mi Vane, que siempre está dándome ánimos  y cariño, Juan, Feli, María del Mar que se ha hecho toda una fan y su José y por supuesto mi socio y mi musa, que me abrazó como nunca, os quiero a todos. Gracias Noni y Ricardo.
Los primeros fueron un examen, los segundos eran una prueba casi superada, pero luego estaban los teatreros algunos nuevos como Lucia o Eva, nuevas en esta plaza.  Que al verlas al final  estaban muy emocionadas. 
De ellas he recibido dos cosas muy buenas: de Eva, su hija, una niña de 11 años, yo no  sabía si le gustaría la obra o no, pero cuando me vio se echó feliz y contenta a mis  brazos, quizá el abrazo que más recordaré de ese día  y  Lucia, que hizo que  a  la  mañana siguiente llorara de emoción al darme las gracias, porque el mensaje de la pieza había llegado y llenado de vida y esperanza a una persona muy allegada a ella.

Me ilusionó mucho vee a Luisa, Zumaquero o Nuria, gracias y a mi Eli, aquella que solo me conocía como contable y ahora me veía actuar, me encantaron sus palabras diciéndome que se alegraba viéndome así, que esa era mi vida.

 Y dejo para el final a mi casi familia, Anai, Natalia y Chema, ellos me conocen desde el principio de mi carrera y nunca he visto a Anai tan orgullosa con mi trabajo, además es dura de reír y estaba en primera fila y la vi que no paraba de hacerlo.

Con todo eso en el cuerpo  llegué a casa y me dieron cerca de las cuatro de la mañana, en la cama,  oyendo música y viendo videos de Semana Santa. ¿Por qué? Pues no lo  sé. Pero me apetecía. Estaba como levitando. Ese tipo de música me hace sentir mucho, me crea muchas sensaciones y estaba con la emoción a flor de piel y pese al cansancio no quería dejar de sentir eso.

Aunque en la madrugada levité, durante el día la cosa no había ido muy bien, los nervios y el miedo a perder el personaje, porque no habíamos ensayado en toda la semana me agobiaba. El estar esperando todo el  día, encerrado en casa,  sin poder hacer nada y hasta el dolor de pie que no se me quitaba, me hizo estar todo el día raro. Pero cuando se acercó  la hora de irme, cuando me recogieron Nora y Steven y cuando entré en el teatro me llené de fuerza.

Hicimos un pase rápido y completo de la pieza para refrescar el texto y luego, después de ordenar todo nos fuimos a camerinos, allí nos vestimos y preparamos, el ambiente era muy bueno bromas y confesiones de Nora, que graciosa es.

Y sobre las nueve menos cuarto, después de hablar en el camerino por Whatsapp con Alba, comenzó el sueño.






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