domingo, 6 de marzo de 2016

SANCHO, EL VENTERO Y EL CABALLERO DE LA BLANCA LUNA, YA TIENEN CARA.



Esta mañana de domingo, del 6 de marzo del 2016, me  he levantado pronto y he repasado de nuevo el texto de Sancho Panza. Tenía mucho trabajo pendiente por hacer y he  decidido ponerme manos a la obra.

Me he puesto a plantearme la escenografía y el vestuario del Quijote y en menos de media hora, con la ayuda de mi madre, una vez más, teniamos todo mi vestuario listo.

Buscando por aquí  y por allá  y gracias a  una camisa, de Anai, que tenía en casa  y  con la ayuda de mi  madre que ha rebuscado en su armario, he conseguido el vestuario de mis tres personajes.

Muchos no entenderéis de qué estoy hablando, pero os lo explico.

Después de Cervantes, la persona que más provecho le está sacando a su obra literaria soy yo. 

Con motivo del 400 aniversario de la muerte  de este autor, este año no paro de hacer cosas inspiradas en él.
 
Sabéis que ya hice, en un colegio de Fuengirola, mi monologo sobre el autor. Pues bien,  ahora vuelvo, el viernes día 11, con otra pieza inspirada en El Quijote.

Después de una serie de remordimientos, problemas burocráticos, de fechas y demás para poder elegir a mi compañero que haría de Quijote. Finalmente fue  el jueves 3 de marzo del 2016, cuando  tuve el honor de que, el gran actor, Steven Lance aceptara mi propuesta de hacer del famoso caballero andante.

Ese mismo día, por la mañana,  hicimos una primera lectura del texto. 

 Texto que yo redacté, entre mi propia cosecha y la ayuda de la red, durante toda la tarde del sábado 27 de febrero del 2016 .

Desde el jueves hasta hoy domingo he estado manos a la obra, en el aprendizaje del mismo.

Nos quedan muy poquitos días, solo cuatro, tengo todo menos organizado que en la vez anterior, pero esta vez  estoy mucho más seguro, sé dónde voy, con quien voy, como me trataran, como son los niños, lo tengo todo más claro  en la cabeza, por tanto, estoy mucho más tranquilo.

Mañana empiezan los ensayos ya os iré contando cómo va todo y como me voy tranquilizando más o poniéndome más histérico.

Esta vez me preocupan dos cosas, una es el tiempo de nuevo 
y la otra como fabricar un enorme molino de viento.

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