Pues puntual, serían las 10:05 hora entraba en aquel
salón, totalmente oscuro, iba sin gafas, solo veía, borroso, el fondo del escenario donde
ya estaban mis compañeros sentados. En el patio de butacas los niños que no paraban de gritar y moverse, al fondo los
profesores poniendo orden y mi personaje.
Fue entonces cuando, empezó la pieza y entré cantando
fuerte, todos empezaron a reír y a cantar conmigo, de nuevo llegué y los
conquisté, pero mi conquista duro poco... A medida que iba actuando y subí al
escenario, mi personaje fue perdiendo fuerza. Yo lo daba todo, pero noté que
perdía la conexión con los pequeñines.
No sé, pero eran muy
serios y silenciosos y mi personaje no podía armar el jaleo que siempre arma porque los niños no me seguían el rollo.
Los niños reían más con el personaje de Fernando que con el mío. Eso mismo, es lo que ocurrió en nuestra primera actuación, en abril del año pasado y
esta vez, pasó igual y fue, al igual que la otra vez, porque yo no le daba al personaje el ritmo y la
fuerza que merece...
Intenté tirar en las siguientes escenas pero nada. Solo oí
sus risas y su conexión en la escena final, pero me sentía un
poco... desinflado....
Los niños estaban muy pero que muy entregados con la pieza,
muy callados, creo que poco conectados con nosotros porque estaban muy pendientes de
Adriana, que era su compañera de colegio. De hecho mientras yo estaba en escena
notaba como las miradas iban para ella.
Al acabar gran aplauso y emoción en la cara de Adri, pobre,
estaba muy nerviosa y tenía un gran nudo en la garganta.
Es curioso como tú ves la actuación y como la ven otros. Tal como la he contado es como la vi yo. ¿Ok?. Pero luego tras la
actuación hubo un encuentro de los chicos con los actores.
Y muchas preguntas fueron para mi personaje, al que denominaron
como "el pintas", también hubo muchas miradas cómplices de los niños
hacía mí, me hacían gestos de aprobación o victoria, como si les hubiera
gustado mucho, hasta dos niñas vinieron a saludarme y chocar sus manos con las mías por tanto, mi personaje gustó mucho más
de lo que yo pensaba.
El momento del encuentro con los niños, fue muy especial, a mí me encantó. Me sentía de
nuevo actor, Estabas expuesto a sus preguntas, pero a la vez, tu podías
informar y dar consejos. Fue, ya digo, un momento inolvidable, Eramos todos uno.
Me sentía como en las ruedas de prensa del festival de cine.
Acabamos tan arriba y tan contentos, que hasta hambre me
entró y me pedí un pedazo de pitufo mixto, que compartimos entre Adri y yo y
que me invitó una profesora.
Empezamos el segundo
pase a mil. Lo pasé genial, di el mil por cien y los niños estuvieron conmigo
todo el rato.
La entrada fue apoteósica todos cantaban conmigo mi canción
" el piki-piki" y salían a bailar conmigo. Luego levantaba aplausos, risas y comentarios de los
niños, ya digo yo estaba entregado y ellos a mí, las acrobacias salieron perfectas, los momentos de charlas entre Adri y yo fueron magnificas y cuando pedía palmas o bailes ellos me seguían,
Me dio mucha lastima acabar, pero sé
que pronto habrá más, espero que mucho más.
El segundo coloquio, niños-actores, fue muy frio, los niños
pese a ser mayores nos hicieron pregunta muy frías, muy estilo Sálvame, aunque
debo de destacar que de nuevo volvieron a hablar sobre mi ropa Me preguntaron que : ¿por qué vas así? No había una mejor.
Por lo visto en esa escuela es muy importante como
vistas....
Mientras actuamos, las tormentas secas, no paraban de sonar,
pero tras salir del colegio y recoger el atrezo fuimos tomar algo y allí empezó
a diluviar.
Como me gustan esas charlas post actuaciones, eso de
sentarte a oír hablar a tres auténticos maestros de la escena malagueña, es un
placer. Es acabar de trabajar y empezar a aprender, es como dar clases gratis
de teatro yo apenas hablo, porque no puedo parar de oír y empaparme con todos
ellos.
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