Llegué a la ciudad donde iba a trabajar a las 11:05 de la
mañana y hasta las 12:30 no me recogían para ir al lugar de trabajo.
Empezaba un previo de hora y media un poco estresante,
porque no sabía qué hacer, con la de días que llevaba esperando ese momento tener que esperar una hora y media más, para poder empezar mi sueño, era como cuando dan la puntilla
a los toros... Ofú.
No sabía qué hacer, porque la zona de alrededor de la
estación de tren, es horrenda y no había nada que ver....
Como llevaba ropa deportiva y tenía tiempo más que
suficiente, decidí echar una carrerilla por los alrededores de la estación mientras oía copla. El hecho de correr por las ciudades que visito es algo que
me gusta hacer, pero vamos fue una carrerita no mucho más.
Lo "mejor" fue; que llevaba
el móvil en el bolsillo y cuando lo saqué, se me había bloqueado y ahí me teneis, ahora sí, corriendo de verdad y buscando un lugar donde poder arreglar el móvil.
Para un día que hace falta de verdad...
Encontré una tienda de informática donde me indicaron que había una tienda que arreglaban móviles, justo en la esquina y allí un chaval muy amable me arregló
el móvil en un segundo. Le quitó la batería, algo que yo no sabía
hacer y que el muchacho me hizo en un segundo.
De ahí ,feliz como una perdiz, me fui para la estación de
nuevo, donde me preparé, busqué para desayunar y como no me gustaba nada, crucé
frente y me compré el desayuno.
Por cierto, en un bar muy curioso, el camarero tenía un
acento muy típico de la ciudad donde estaba y se equivocó mil veces en mi desayuno.
No pudo fallar más el pobre.
Mientras esperaba y veía sus despropósitos, oí en televisión que
habían robado en una habitación de un hotel de Madrid, casi todas las joyas que lucieron
las actrices, del cine español ,la noche de los Goya. Qué curioso.
Con mi desayuno en la mano volví a la estación, donde ya
estaba el chico que me esperaba, me uní a él.
Y pensé abre los ojos, los oídos y
todos tus sentidos porque empieza tu sueño.
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