Ha sido un día de ensayar, repetir y machacar que nos ha
dejado muertos y creo que nos ha pasado a los tres.
Hemos quedado tremendamente pronto, a las 9:44 llegaba a
Torremuelle, eso conllevaba pillar el tren a las 9:10 y levantarme a las 8:15.
Salva lo había hecho a las 7:00 y Anai a las 8:30 y ninguno de los tres somos
muy amigos de madrugar, sobre todo yo...
Me he despertado como un zombi e iba por la calle con esa
extraña sensación de:" Hay que ser tonto para madrugar así un
sábado". Siempre que madrugo mucho tengo esa sensación, je, je, je.
Llegué a la estación de Torremuelle, a los cinco minutos llegó Salva y nos fuimos
para la casita de Anai.
Llegamos y una Anai también zombi, nos recibió. Entramos a
su apartamentito y a ensayar.
Eran las 10:00, hemos estado liados hasta las 12:00 y
después de un café y un mini descanso, nuevo ensayo hasta las 14:19.
Debo confesar que en el último pase ya no podía más. ¡Qué
cansado estaba!
Hemos currado y a base de bien. Lo primero ha sido un debate
donde hemos estado viendo, telas, prendas, ropas y demás cosas interesantes que
nos traía Salvi en una caja de plástico azul. Parecía que habían venido lo
Reyes Magos.
Luego nos pusimos a currar, lo primero fue un repaso de todo
lo que montamos el día anterior, después hicimos, en condiciones, la última sub
historia, que el día anterior no había quedado muy clara. Tras eso, fuimos
montando las sub historias pequeñas que nos quedaban por montar y otra de las
grandes. Esta ya la habíamos medio montado en el último día de trabajo de mesa,
así que fue fácil de realizar.
Tras eso un nuevo repaso de la pieza entera, con
el maldito contador del tiempo, que me pone tan nervioso y al descanso.
Al acabar el descanso y sin casi respirar, nos volvimos a
reunir y montamos la última sub
historia, donde Salva y yo empezamos a payasear y no pudimos reírnos más.
Tras eso, nuevo repaso completo de la pieza a la italiana y
otro de la pieza completa y bien realizada.
Tras eso íbamos a hacer otro, pero eran las 14:19 y Anai pensó que mejor era hora de ir a
comer.
Menos mal porque yo estaba realmente muerto.
Comimos y tras la comida, como somos trabajadores incansables, nos pusimos a ver
vídeos relacionados con la pieza y hacer un listado de atrezo, donde se
dividió: primero lo que tenemos ya y
después lo que no. Entre lo que no, hicimos un reparto de quien compraría cada
cosa.
Y listo cada uno a su casa, yo me fui de pregón cofrade,
estaba muerto, pero necesitaba desconectar.
La pieza ya está acabada, queda afianzar, cada actor, los
textos en su casa y machacar mucho la pieza, listo.
Está bien, pero debo contenerme mucho más, porque los
comentarios que más oí del director durante toda la mañana fueron dos: "
Lolo haz foco al que está hablando" y " Lolo quédate quieto que
ensucias".
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