domingo, 20 de septiembre de 2020

LA BAJADA DE TELÓN DE RAFAEL ECHEVARRIA, POR AHORA.


Antes de empezar esta entrada he hecho una búsqueda, por Internet, para conocer cuáles son las etapas del ciclo de la vida del ser humano, y según este son 5: Niñez, juventud, adultez y ancianidad, pues puedo decir que todas ellas estuvieron presentes en la despedida de mi participación este verano de 2020 en el  espectáculo, El Origen, del Jardín Botánico de Málaga, el pasado 15 de agosto, sábado. Bueno el espectáculo siguió casi 4 semanas más pero mi participación por este período estival tocó a su fin.

Y debo decir que no estuve para nada triste, al contrario. En este verano tan extraño y horroroso no pensaba actuar en el jardín. Creía que con la situación actual no se iban a hacer visitas teatralizadas, pero al final se hicieron, por tanto, había sido un afortunado y para nada debía estar triste. 

Además, la última vez que hice de Rafael Echevarría lo encerré en el fondo de mi baúl de recuerdos teatrales pues pensé que este amado personaje jamás volvería a vivir, pero este verano lo ha hecho, y eso me colmaba de felicidad, así que en esa despedida era injusto que estuviera triste, solo podía dar gracias a Dios.

Cada año cuanto termina la temporada veraniega en el jardín, es un drama, puesto en las últimas visitas ya hay menos público, ya anochece antes, ya se nota menos calor y todo es como el preludio de que se van a acabar las noches de juergas y fiestas, las largas jornadas de playas hasta el anochecer, los paseos por las tardes,  los helados, los días de azotea con la familia etc. Pero este verano como no ha habido nada de eso y acabé la temporada en pleno agosto pues no me dio ninguna pena. Es más acabé el 15 de agosto, o sea, festivo nacional. Eso vivido otro verano hubiera sido una jornada de protesta, pues sería trabajar el día más importante de la feria de Málaga.

Por todo lo dicho anteriormente me despedí sin pena pero sobretodo estaba contento, porque una semana más yo no hice de Rafael, sino que el personaje estuvo de verdad y fue él, el que vivió en el jardín. 

Como dije antes vino público de todas las franjas de edad, creo recordar que hubo hasta un bebé en el cochecito, pero lo mejor de todo fue que parecía que estaba hecho a conciencia pues estuvieron como agrupados. 

De los tres pases que hicimos, el primer  grupo era joven y la media de edad eran los 30/40, en el segundo proliferaban los niños y y en el último la media era los 60-70 años. 

Eso hizo que Rafael pudiera mostrar todas sus caras y que yo pudiera utilizar mi capacidad como actor, pues con el mismo itinerario, el mismo vestuario, el mismo texto y el mismo personaje pude hacer 3 versiones totalmente diferentes de los pases pero eso sí todos llenos de vida, fiesta y unión. 

Así que creo que fue una gran noche y una muy buena bajada de telón para este verano 2020.

No hay crónicas escritas post-pases porque cuando llegaba al lugar donde esperaba al siguiente grupo, ya estaba allí Celia con el público, y si hablaba para dictar las crónicas al móvil, me podían oír. Así que os contaré lo que recuerdo.



1.-El pase joven mucha fiesta:



Recuerdo la sensación de satisfacción y euforia que recorría mi cuerpo cuando, una vez acabado este pase, iba de vuelta  a mi lugar de partida. 

Ahora mismo, mientras escribo esto, mucho tiempo después, cierro los ojos y puedo sentir como cambiaba mi forma de caminar, pasaba de la de Rafael a la mía y en ese momento, él salía de mi cuerpo. Recuerdo como iba avanzando y viendo, en silencio y soledad, caminos que antes estaban llenos de vida, de personas, de risas, de conversaciones, de compañerismo, de muchas carcajadas y diversión. Iba adentrándome en la oscuridad del jardín, iba ligero, pero mi cuerpo me pedía más, estaba deseando empezar el pase siguiente, para así repetir algo tan mágico como lo que acaba de pasar y mi mente me decía: " Venga Lolo a pasarlo bien". 

Es que realmente, cuando Rafael aparece de verdad, sin que yo haga de él y el público está animado aquello es como una familia, es como si el tiempo se parará. Todos vamos a pasarlo bien y esta vez había ocurrido.

Modifiqué un poco mi salida, que era muy brusca y por ello, creo que se entendía poco y esta vez al suavizarla creo que fue mucho mejor. Luego empecé el pase. La primera parte fue un poco más fria, sobre todo por el tema de mantener la distancia, pero una vez que llegamos al paseo de las palmeras comenzó la fiesta.

Casi todos se conocían y tras la broma que realicé a un muchacho que se llamaba Salva, empezó el cachondeo y ya todo fue una fiesta. Eran personas jovenes, tenían ganas de pasarlo bien, el ambiente era muy abierto y Rafael sacó a la luz su vena más gamberra.

Cada comentario iba con maldad, con doble sentido, con dar caña en general y al chico este, Salva, en particular. Salí a contar el texto, pero sobre todo a hacer reir y así fuimos todo el camino. Fue un poco frío porque al guardar la distancia hice muchos trayectos solo y en silencio, pero en general fue una fiesta donde yo soltaba los " tiros", la gente reía, comentaba, yo seguía y así se creaban momentos muy divertidos.

Me salió el Rafael prepotente, fanfarrón, chulesco, que presume de su dinero y se mete, por ello, con todo el mundo, pero que encanta a la gente ya que el pase acabó con un gran aplauso. 



2.-Pase infantil, corre, corre que te pillo:



En este pase, surgió el Rafael animador infantil, y sobre todo uno totalmente nuevo. Este fue creado de pronto y en exclusiva para este verano tan "genial". 

Tras mi aparición, de nuevo suavizada, me acerqué al grupo y en menos de dos segundos entre la muchedumbre se abrieron paso y se pusieron en primera fila dos personitas y con la misma rapidez que ocuparon el sitio de privilegio, yo me separé, pues ninguna estaba debidamente protegida, llevaban protección pero quitada. 

Tengo que especificar que este acontecimiento monopolizó todo el pase.

Pase que se puede resumir en la siguiente acción:  Responder todas las preguntas de las personita. Tras hacer, a un señor, la broma de que iba a venderle la finca, estas empezaron a pujar y a realizarme distintas ofertas, yo diría que cientos, miles, millones de ofertas que tuve que ir rechazando sistemáticamente. Este hecho en  algún momento impidió seguir el fluir normal de la pieza. Y sobre todo tuve que responder preguntas, sobre la diferencia temporal de esta época y la mía. Esto son, preguntas sobre Internet, euro, ipad, móvil y hasta coronavirus. Por cierto, a veces mis respuestas eran tratadas con poca imaginación e impedían seguir el juego. 

Me encantan los niños y los espectaculos dedicado a ellos, pero debo confesaros que cuando una pieza está programada para adultos y hay que adapatarla en el último momento para niños, no me motiva mucho, sobre todo porque no veo justo que si en un pase hay casi 15 adultos, este se acaba convirtiendo en otra cosa, solo por 2 o 3 y además para ser el último día quería disfrutar de mi Rafael adulto y no del profe. 

Pero sobre todo lo que más preocupaba era mi seguridad y me dediqué a jugar al escondite, puesto que como no había medidas de protección, nos fuimos evitando toda la noche y cada vez que la distancia de seguridad se reducía, que eran muchas veces, yo salía corriendo como alma que lleva al diablo hacia otro lugar y ese fue el Rafael en exclusiva y nunca visto hasta ahora. 

Y colorin colorado el pase infantil se ha acabado. Agobiado, estresado y cansando llegué al lugar de espera del siguiente. 



3.- El pase de la tercera juventud y el cachondeo que esto conlleva



Para recuperarme del pase anterior el karma me regaló el tercero. 

En este no estaba ya para muchos trotes, empecé, de nuevo, suavizando mi salida, y seguimos el caminar. No parecía un grupo muy animado, más bien parecía un grupo muy serio. Hasta que entramos en el paseo de las palmeras. Fueron pasando todos, yo los esperaba, ya dentro. Y por la especie de puerta que realizan dos árboles, apareció él. 

Era un señor delgado de cierta edad, pero creo que tenía y/o aparentaba menos que la que decía, protestando, cogido del brazo de su novia y diciendo que yo iba muy rápido y que si no pensaba en " los viejos" como él, palabras textuales y entonces ya se me hizo la luz, me vino la inspiración y me fui a por él. Tras un comentario de los de Rafael, este señor empezó a reír y  también el resto del grupo y comenzó la juerga, pues la lucha dialéctica entre ambos fue muy grande y a lo largo de todo el trayecto. Rafael, incluso, lo echó de su casa. 

Aquí salió a relucir el Rafael que se hace colega de la persona a la que está chinchando todo el camino, el Rafael del norte que habla muy mal de los del sur y el Rafael antiguo y clásico que se sorprende de lo que hace o dice o como viste el público actual. Y eso al público mayor le gusta mucho porque se ven reflejados, con la problemática ínter generacional que ellos mismos estan viviendo. 

Fue un grupo muy apañado y muy paciente, pues aguantaron muchas barbaridades de Rafael, recuerdo que un señor me dijo que si había venido al sur solo a criticar a los de aquí, el señor delgado le pidió a su novia la mano en el mirador, Rafael iba de un lado a otro un poco como Groucho Marx, metiendo caña y armando el lío allá donde iba. Además el público más mayor es un público muy participativo, muy preguntón, muy juguetón y eso es lo que le da vida a Rafael. 

Fue un pase donde creé polémica cuando llegamos al museo, hicimos el juego en el banco de los enamorados, les dejé que se hicieran fotos en el mirador, pasamos un buen rato delante de las fotos de los personajes ilustres del jardín, comenté cada cosa e hice muchos juegos, porque el público más adulto se presta mucho a ello, a la mayoría los eché de la finca y jugamos mucho con el hecho de que, mis trabajadores del sur, les habían cobrado entradas cuando eran mis invitados. 

Pero no todo era color de rosa, fue un grupo que se dividió como en dos, los que estaban pendientes a la función y otros que iban a su ritmo y a su rollo, pasaban de las explicaciones, iban de paseo, retrasados, haciéndose fotos y claro después de preocuparme un poco de ellos, decidí pasar y disfrutar de lo mío. 

Así que cerré el verano del 2020, con aplausos, risas, comentarios agradables, piropos y recibiendo muchas gracias. 



PD: Ese día fue la única vez, en todos los años que llevo, que asistentes, me han apartado del grupo, para hacerme preguntas, y tuve que salirme de Rafael, para responderles. Y estas iban sobre los Echevarría y sobre el mosaico de los trabajos de Hércules.





  

 

 



1 comentario:

  1. Me ha encantado esta entrada y ya veras como este Otoño va ser fenomenal.

    ResponderEliminar