Con todo lo dicho en la entrada anterior, imaginad la poca o nula gana que tenía la tarde del viernes, 27 de mayo del 2022, del estreno de El sueño de una tarde de teatro, porque al final íbamos a realizar una pieza de unos 25 minutos, en un salón de actos, sin luces y sin música, o sea, lo que evitamos en marzo, se iba a hacer ahora con el calor y 2 meses después de la efeméride del día del teatro, que era el objetivo de esta pieza, así que todo carecía un poco de sentido.
Lo bueno de todo esto, era que no había que llevar mucho vestuario y que todo el atrezo lo llevaba mi compi Anai.Menos mal que Anai, que es muy de quedar pronto para hacer un último repaso, esta vez pasó del tema y me citó para las 17:30 h. Una hora antes del inicio del espectáculo.
Bueno pues refunfuñando y a regañadientes, por todo lo expuesto en la entrada anterior y porque había dejado pendiente un trabajo muy sencillo para Eventos con historia, sobre las 16:00 h, me levanté de mi sofá para empezar a prepararme.
Me maquillé en casa, como viene siendo habitual desde el Covid, lo preparé todo y con un poco de retraso, como siempre, salí.
Me enchufé mis auriculares, comencé mi camino a la biblioteca y fue en ese camino donde todo se me aclaró.Toda esa maraña de cosas feas, provocada por gente aún más...., me había hecho olvidar lo esencial. ¡¡¡ Volvía a hacer teatro con Anai!!!. Iba a estar mano a mano con ella en una obra llena de distintas técnicas, textos y personajes. ¿ Me hacía falta algo más?. No, si quedaba feo, bonito, si había más público o menos, me daba igual. Yo iba a actuar con Anai y lo demás no importaba.
Tan animado me puse que mi cabeza, empezó a maquinar la forma de cambiar el concepto de lo que íbamos a ofrecer. Decir que era una obra de teatro y un homenaje al día del teatro eso ya no pegaba ¿ Y si lo planteábamos como un taller?. Otra cosa no, pero experiencia impartiendo talleres de teatro tengo para aburrir.
Esto podría ser una especie de taller, de encuentro, donde el público viera distintos tipos de teatro, pero también podrían participar, haciendo juegos, dinámicas teatrales, incluyendo al público en las improvisaciones. Qué no vinieran solo a ver una obra de teatro, sino el teatro en todas sus vertientes, como espectadores, actores, estudiantes etc.Ahora si me gustaba la idea, ya no importaba que no hubiera ni luz, ni sonido, porque ya era teatro al desnudo.
De pronto y ya a escasos 100 metros de la biblioteca se me ocurrió otra genial idea, para que así el "taller" fuera un todo. ¡¡¡ Podíamos recibir al público con mascaras blancas, hacerlos entrar en la sala, prepararles una recepción!!! De ese modo el espectáculo empezaba desde que el público llegaba y podríamos completar 60 minutos.
Pero qué lástima iba tarde y no podía entretenerme visitando varios chinos, que hay cerca de la biblioteca, buscando las mascaras. En esos locales venden, pero no en todos así que podría perder unos 10 minutos y ya eran las 17 40h. Quedaban escasos 50 minutos para empezar, no podía irme de paseo a buscar las mascaras, pero hubiera quedado muy chula dicha recepción.
Joe se me podría haber ocurrido antes, porque por el camino había mil chinos, pero bueno no era tiempo de quejarse, era tarde y ya estaba en la biblioteca.
Avisé a Anai de mi llegaba y subí lo más rápido posible, estaba deseando sorprenderla contándole el nuevo concepto de la pieza.
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