jueves, 8 de noviembre de 2012

VAMOS PARA ALMUÑECAR

El Sábado tres de Noviembre  no actué en "Don Juan Tenorio", puesto que se estrenaba en Almuñecar "Los Timadores" y estaba excepto.
Era un día importante para Contagiarte Teatro, pero yo, después de " Don Juan Tenorio" con tantos actores, cambios de escenas, tantas horas de espectáculo  un montaje tan denso, "Los Timadores" eran como un descanso.
Habíamos quedado para salir a las 16.00 horas pero todo se cambió para la y media, a mi me vino muy bien el cambio pues iba tarde pero con todo eso llegué cinco minutos tarde.
Y mientras Antonio,María y Migue cargaban el coche yo fui al Chino a comprar cosas que faltaban para la función; tabaco, un mechero y una barra de pan.
Llegó Adri, nos montamos en el coche y rumbo a Almuñecar.
El viaje fue muy divertido, desde que nos subimos al coche y Adri empezó a grabar el Making of y Migue a meterse con él y María a estresarse porque el banco que llevábamos en la vaca del coche sonaba mucho y parecía que se iba a caer, el viaje se prometía divertido y así fue; reímos  cantamos y nos picamos unos a otros, especialmente a Antonio.
Con esta gente, es muy fácil hacerlo todo, todos somos iguales y aunque vamos a trabajar, todo se ve como una diversión y no como una obligación o un martirio y lo pasábamos muy bien.
El día eso si, era horrendo, lluvia, viento y un bochorno horrible.
Llegamos al pueblo, al teatro, descargamos y entramos a la sala, era impresionante, inmensa, con una cantidad enorme de asientos, los camerinos perfectamente montados con casi cinco duchas.
El despliegue de medios era total, es más parte de la escenografía que usamos la cedió el teatro.
Tras la actuación.
Yo llegué bien, pero por un problema; perdí mi mochila,  no la encontraba y estaba entre bambalinas, me puse muy nervioso y cuando Antonio empezó con las pruebas de luces,  la hora se echaba encima y no había nada preparado me puse aun mas nervioso y todo iba de mal en peor, pero Antonio me mandó a la taquilla  a vender entradas y ahí, me entró el relaj, me tranquilicé tanto, pero tanto, que cuando quedaban menos de diez minutos para la obra, entré  a cambiarme y a maquillarme y lo hice con una tranquilidad total, salí al escenario y cuando empezó la música y se abrió el telón, salí a escena  como si nada, sin nada de nervio como el que hace eso a diario.


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