Así a las 20:05 h. en Almuñecar en el teatro de la Casa de la Cultura de nombre "Martín Recuerda". se estrenaba "Los Timadores".Antes como música ambiente pusieron cante hondo que no pegaba para nada con nuestra obra teatral, vamos parecía que íbamos a representar "Boda de Sangre".
Estábamos a punto de empezar y Antonio no estaba, porque había ido al coche por el trípode de la cámara de vídeo y mientras María estaba muy nerviosa dando vueltas de un sitio a otro yo seguía igual de tranquilo.
Sonó la canción de "Los Timadores" se abrió el telón y yo tenía que salir, pues mi personaje abre la obra, y di un paso salí a escena y todo comenzó, no estaba nada nervioso.
Todo salió a la perfección, todos los personajes se iban interrlacionando muy bien, no hubo ningún problema, nos divertimos nosotros y el publico. Entre Migue y yo hay filim y sin apenas conocernos, se ha establecido una buena relación y nos congeniamos muy bien, podemos improvisar escenas y casi sin mirarnos, ni hablarnos, nos entendemos y sabemos cuando alguno necesita ayuda.
Después de tantos días de tensión, "Los Timadores" fue como un regalo, un vamos a pasarlo bien.
Es más llegó un momento de la obra, que estaba tan metido en mi personaje que mi cabeza, que en todas las obras, suele estar analizando que ocurre, qué sobra, o qué falta estaba tan metida en mi personaje que el texto fluía sin pensarlo.
Los compañeros, fueron eso compañeros que estábamos luchando por un fin común.
Se puede decir que fue un éxito y aunque hace falta asentarla más, organizarla más, fijar más cosas, pues en muchos momentos se notaba la inseguridad e improvisación, todo quedó muy bien.
Pero fue raro porque al acabar, en vez de hacerlo agotados, estábamos todos de subidón, orgullosos de haber sacado eso adelante y con ganas de mucho más, para mi fue como un "Kit Kat" en mi vida, por primera vez en todo estos años de teatro había sentido que durante un tiempo no era yo, ni pensaba como yo, era otra persona.
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