lunes, 1 de diciembre de 2014

CENAMOS CON EL TENORIO EN LA COZINA.






Había ganas, no solo por mi, sino por todos los compañeros, que son casi familia, después de la magnifica experiencia en el Museo del Vidrio, en Málaga, estábamos deseando hacer, el Tenorio, ahora para el publico de Antequera.
A las cinco de la tarde, lo tenía todo preparado, esperando a que Cisco me llamará. Según la hora prevista me recogió en mi calle, junto a Carmen y Sarai y de aquí fuimos a por Celia.
Después de esperar al resto en una gasolinera, por cierto que hacía un frío enorme, llegó el coche que faltaba y emprendimos el viaje a Antequera.
El viaje fue muy bien, estábamos muy tranquilo, comentando y hablando de teatro, de experiencias,de amigos en común, que por cierto, eran muchos, este mundo es enano.
Llegamos nos dejaron en la puerta, tal y como estaba previsto a las 19:00 horas.
Entramos y nos enseñaron donde íbamos a cambiarnos, soltamos la ropa, coloqué todo mi vestuario y ya no teníamos más que hacer.
Estaba deseando, empezar, actuar, poner a Don Luis de pie de nuevo, pero esas dos horas de espera, para mi fueron horribles y  aparte de aburrirme me puse nervioso.
Aunque Celia, siempre me ha parecido una gran actriz, no he tenido tiempo para intimar mucho con ella, pero en Antequera fue nuestra oportunidad, al no tener nada que hacer, me salí a acompañarla a  fumar, tras eso, nos fuimos a cotillear por el restaurante, vamos un lujazo de local.
Cuando llegaron todos, fue un poco caótico.
Debíamos hacer el espectáculo de forma simultanea en dos espacios diferentes, ninguno lo teníamos claro, Edu, estaba liado con asuntos técnico y  con la gerencia del local y nosotros dando vueltas unos con otros, decidiendo que hacer, como hacerlo, creando problemas, inseguridades etc. Todo esto puso muy nervioso a Juanjo que llegó  un momento, en el que se agobió tanto que no oía a nadie. Su personaje es una pieza clave del espectaculo, pero si él estaba así, todo podía irse al traste.
Toda esa situación me agobió un poco.
Harto los reuní a todos y les dije que hiciéramos un pase, del principio, a tiempo real, que era lo que ponía a Juanjo más nervioso, lo hicimos, vino Edu y todo se arregló en un plis plas.
Yo estuve la mayoría del tiempo, con Cisco, que es con quién yo actuaba. Fue un placer, repasamos la lucha de espadas, al final creamos dos coreografías nuevas, es un placer, currar con Cisco, es un actor centrado, con el que se decide algo y lo hace, no de esos que se le dice algo y al segundo lo olvida, hicimos dos pases de la nueva coreo de esgrima y salió perfecta.
Todo solucionado, nos subimos a maquillarnos y vestirnos, fue impresionante, todos agolpados, todas las ropas mezclasdas, las cosas de uno con las de otro, todo  era un lío, pero todos ayudándonos , todos riéndonos, comentándonos, metiéndonos unos con otros y pese al lío, nadie nervioso, ni divo, todos relajados y cariñosos unos con otros.
En un plis plas, estábamos listo, el publico entró y comenzó la función.
  





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