EL COLOFON FINAL FUE LO MEJOR.

Aplausos, bravos y olés, se oyeron tras la función.
Una vez listo, nos cambiamos y nos dieron de cenar.
Dicha cena fue especial, recomiendo que todo el mundo vaya a Arte de Cozina, no solo por lo bien que se come, que es impresionante, ni por la decoración, preciosa, ni por el trato, explendido, sino porque lo que allí se come, son recetas, artesanas e históricas.
La filosofía de este establecimiento, es recuperar la cocina clásica española, para ello, su propietaria, está relacionada con un importante historiador y juntos, buscan documentación sobre gastronomía antigua y que ella va  probando y adaptando al paladar actual.
Tuve una conversación muy interesante con dicha señora, a parte de educada y encantadora es toda una artista.
Y el resto de la cena, no paramos de reír. Entre Ángeles, Celia y yo, hicimos un trio, impresionante, no paramos de meternos con Celia y esta las aceptaba con toda naturalidad y humor lo que le deciamos, que bien lo pasamos.
El resto de compañeros igual, risas, cariño, apoyo sois geniales, Sarai otro encanto que risa silenciosa, más bonita tiene esta chica.
El trato, de todos los miembros del restaurante, propietarios y trabajadores, fue muy correcto, estuvieron pendiente a nosotros en todo momento, muy educados, nos apoyaron siempre, dándonos ánimos, cuidándonos y pendientes a la historia y a nosotros.
Sobre las dos de la mañana nos vinimos para Málaga en otro divertido viaje.
Todo estuvo perfectamente cuadrado, todo funcionó a la perfección, excepto la música que falló y mucho en dos momentos cumbres.
Por cierto, eché de menos a Diego, que no pudo asisitir esta vez.