lunes, 22 de diciembre de 2014

"ERASE UNA VEZ" EL ARTE DE LA IMPROVISACIÓN.



El sábado día 20 de diciembre de 2014, Teatro Bus, presentó su  nuevo espectáculo, Erase una vez..., el honor de estrenarlo, lo tuvimos Annie y yo.
 Todo un honor ambas cosas, hacer el estreno y hacerlo con Annie.
Trabajar en ese autobús es una gozada, es la cuarta vez que lo hago y me encanta, ese publico tan cerca, el movimiento del mismo, el momento de bajarse y jugar con la gente de la calle, el autobús tiene un encanto especial y más siendo estreo de  este espectáculo de cuenta cuentos. Hacer algo con Annie es magistral,  es amiga  y buena compañera, que más se puede pedir.
Una semana antes, nos enteramos todos, por medio de nuestra jefa, que se iba hacer este espectáculo y que se realizaría  todos los sábados, desde el 20 de diciembre a finales de enero.
Se hizo una puesta en común de disponibilidad. Annie y yo decidimos ser pareja y como tenemos todo los fines de semana disponibles, fueron repartiendo las actuaciones, según disponibilidad de cada uno y a nosotros nos tocó el estreno, el resto de los  sábados no se quienes los haremos. Ya os contaré.
Pronto nos mandaron los textos, pero debido a mi problema con el cable del ordenador, no pude ver los cuentos hasta el miércoles 17 de diciembre, eran fáciles  y muy bonitos así que en una tarde me los aprendí, algunos preciosos y que te enseñan mucho. El jueves 18, quedamos Annie y yo para ensayar, aunque había cosas que no teníamos claro, como la música y la jefa nos los solucionó el viernes 19.


Bueno, pero pese a todo eso, el sábado día 20 de diciembre de 2014, a las 11: 00 de la mañana, nos reunimos Annie y yo junto a otro compañero, Juanma, para hacer un ensayo  y preparar todo.
Estuvimos organizando, había cosas no muy preparadas, el vestuario, lo veíamos por primera vez,pero pese a todo  a las 12:10 comenzamos el show, puesto que algunos espectadores llegaron tarde.
Desde que se cerraron las cortinas,  el bus se puso en marcha  y el espectáculo comenzó.
Como nos dijo Cachito,  Teatro bus, era una especie de entrenamiento, de constante aprendizaje para el actor y es cierto, fue una hora de espectáculo, donde no paramos de improvisar, fue una escuela.
Antes de entrar en el bus, tenía muchas preocupaciones, personales en la cabeza, pero durante esta hora, desconecté total, estaba pendiente por y de los niños, se creó un buen ambiente entre todos, el publico tenía ganas de disfrutar y nos dio mucho como nosotros a ellos, se creó una pompa donde todos eramos uno y se me olvidó todo.
Me encanta, de verdad, trabajar en ese bus, los niños nos ayudaron y nos apoyaron en cada cuento.
Al acabar me di cuenta de que mi capacidad de improvisación es mucha y que tengo capacidad de ver como va un espectáculo y si la cosa esta decayendo, subirlo, como cuando saqué a dos personas del publico para que escenificaran un cuento, o alargar otro, para que los niños intervinieran en el mismo, o en una canción donde el volumen era muy poco, sacar a niños y mayores a bailar para animar la cosa.
Sin apenas estar pendientes del tiempo, todo cuadró a la perfección y todos salimos contentos, nosotros, los niños y hasta los padres. Una buena mañana.



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