lunes, 9 de noviembre de 2015

AHORA OS CUENTO COMO ME SENTÍ EN MI PRIMER "SARAO".



Fue nuestro primer sarao oficial. Donde participábamos como parte de todo, rodeados de prensa, actores, cantantes, como se suele decir, gente del mundillo y Alba y yo.
 
Bueno antes de seguir, pido disculpa es cierto que fue mi “primera vez”, pero también estoy hablando en nombre de Alba, pero no sé si fue su primera vez, su segunda o su millonésima vez, la verdad que a ella se le veía más cómoda que a mí, más como pez en el agua.

También debo de confesar, que cuando Alba me dijo que me habían invitado me sentí muy contento y como muy orgulloso.

Pero os preguntareis  ¿A que lo invitaron?, pues bien, os lo diré al estreno del video clip Ahora de Dry Martina, en el que participamos en septiembre.

El video clip veía, ahora,  la luz y el grupo nos invitaba.

Era miércoles 4 de noviembre de 2015 y yo salía de clase bastante tarde y no sabía si me daría tiempo a llegar. En un tiempo record y gracias a mis padres, que me trajeron del trabajo, llegué a casa me arreglé, recogimos a Alba y nos fuimos a la fiesta.

Ambos íbamos muy elegantes yo iba nervioso pero a la vez muy ilusionado por el momento, formar parte de todo eso. 

Si soy actor, no es por  eso ni mucho menos, pero a la vez, todo ese rollo de las luces, las fotos, el glamor y la farándula me  gusta. 

Siempre me ha llamado la atención, debo decir que lo pasé muy bien y me gustó bastante.  Me sentía contento y emocionado. Hablando con uno con otro, paseando por allí, viendo,  palpando y fijándome en cada detalle.

Pero también debo decir, que si el mundo del actor lleva apareado esas fiestas  de promoción, debo decir que no me apasiona tanto.

En cierto momento de la noche me sentí cansado de hablar constantemente de mí y de mi carrera.
Con tan buen ambiente, con mi Alba y todo lo que ocurrió, lo repetiría sin dudarlo, estábamos en familia, pero hacer una promoción solo donde nos conozcas a casi nadie debe ser horrible.

Confieso  que jugar una noche  la fama está muy chulo, pero que tu vida sea eso debe de ser pesado.
De hecho los momentos en los que Alba y yo nos escapábamos a la terraza del Balneario y veíamos el mar,  la noche, el cielo, Málaga a lo lejos y nos poníamos a cotillear, ha hacernos confesiones, como en nuestra tetería favorita, eran los mejores momentos, vamos  los de poner los pies sobre la tierra.

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