Nora Aguirre es una inconsciente y está loca, o como se
diría en nuestro barrio “está to loca”.
El domingo 22 de noviembre de 2015, dejó su adorada, mimada
y querida compañía de En Blanco Teatro
en mis manos.
Ayer ella fue actriz y yo, la imagen, el relaciones
públicas, el regidor, el enlace actores/ teatro, el enlace teatro/publico, el
presentador, o sea, el todo. Ya digo, Nora, dejó su grupo en mis manos.
En Blanco Teatro,
tiene una forma de trabajar muy curiosa, de hecho nunca la había visto hasta
que comencé a trabajar con ellos. A Nora, le gusta que haya un trato directo entre su compañía previo
a la función y con sus actores tras la misma. Esa labor suele hacerla siempre
ella.
Pero en El Príncipe y el Dragón 2 tanto Steven
como Nora, están en escena junto a Laura Vil, por tanto, le hacía falta alguien
que hiciera su labor y el elegido fui yo.
Ahora en serio, GRACIAS Nora, por darme ese privilegio de
ocupar tu lugar y gracias por confiar en mí y por poner tu niña, tu compañía,
en mis manos. De nuevo Nora qué responsabilidad y gracias.
Me levanté el domingo muy temprano, para llegar súper
puntual a la cita y así lo hice.
Supuestamente, Nora, venía, casi directa, de otro trabajo,
debido a eso, me predijo que estaría de muy mal humor, debido a la mezcla de
nervios del estreno y al cansancio.
Yo no quería molestarla en nada, pero al contrario estaba
como siempre muy sonriente y feliz.
Nada más llegar, comencé a trabajar, lo primero fue esperar
a Steven que viniera, pues se había dejado el móvil en el teatro y allí me
quedé sentado en las escaleras.
Qué me gusta estar en
dicho teatro, que recuerdos me trae. Me conozco, ya, el Teatro Alameda como la palma de mi mano.
Después ayudé con la escenografía.
El peor momento fue cuando entró el público, era lo que más temía, era el
momento de que tenía que estar pendiente de que todos los asistentes ocuparan
sus asientos, que todos aquellos que compraron o reservaron entradas las
recibieran, que se respetaran las promociones, que la espera antes de entrar
fuera divertida, que nadie entrara antes de tiempo en la sala, ayudar a colocar
a los asistentes, que la pieza empezara en el momento justo, ni muy tarde, ni
faltando publico que se quedara fuera,
avisar a los actores para empezar y al técnico para ponerlo todo en marcha.
Eran muchas tareas en muy poco tiempo y donde En Blanco Teatro, se jugaba su imagen.
Como le comentaba a
Pepi, la acomodadora del teatro, estaba más nervioso que cuando tengo que actuar.
Una vez la sala llena, hice la presentación, donde saludé a
los pequeños y los animé para el comienzo de la misma. Según Hugo hermano de Nora, estuvo muy bien mi
presentación, estuvo tal como debía y se notaron mis tablas, la verdad que
cuando me lo dijo me sentí muy satisfecho.
Luego comenzó la función, y desde abajo estuve viendo la
pieza, me encantó, pero ya os la comentaré cuando la vea con más tranquilidad,
ayer no estuve muy atento, porque entre hacer fotos y estar pendiente a todo lo
que pasaba a mí alrededor y demás no la vi al cien por cien.
Pero si decir que la escenografía es un lujo, la voz del príncipe
Hugo me encantó, el Dragón me dejó con la boca abierta y Nora hace algo que no
puedo contar, pero que por favor no os lo perdáis, solo decir que a mí me
enamoró.
Bueno el próximo domingo más y mejor, pero ayer descubrí
otra faceta más del teatro que me encanta, la de realizador y estar pendiente a
los actores y a todo lo que pasa detrás
y gracias Pepi por tu ayuda.
No se te olvide descansar.
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