Adios Nacho, creo que no se te puede despedir de otra forma, primero porque ha sido todo tan rápido e inesperado que parece que pronto escribirás en nuestro grupo de Whatsapp anunciando una nueva función, pero sobre todo, porque a ti no te gustaría que se te dijera otra cosa. No eras nada grandilocuente, ni rimbombante. Eras un genio, eras grande, pero muy sencillo y muy humilde a la vez.
Te recuerdo, siempre con tu media sonrisa de pillo, tus camisetas, atusandote el pelo, siempre SIEMPRE sonriente, tu voz ronca, sorbiendo, recuerdo cuando nos veníamos andando juntos de los ensayos... no sé estoy escribiendo esto y me vienen muchas imagenes de ti y eso que no puedo decir que te conocí muy profundamente.
Debo dar gracias a Dios, a la vida o a lo que sea porque tuve la oportunidad y el honor de formar parte de tu elenco, donde siempre me hacías sentir bien. Contigo sentí lo que es entrar en un montaje ya ensayado y sentirte bien desde el primer día, hasta a café me invitaba antes de los ensayos en la Unión de Actores. Nunca olvidaré la primera vez que te vi, era una tarde de primavera, en una terraza de la plaza de la Merced, me hiciste leer un fragmento del texto y me dijiste:" No me das la edad pero lo has leido tan bien que eres lo que busco" yo se suponía que tenía 17 años y superaba los 36. Después esa pieza la movimos mucho, hasta Granada nos llevastes.
Gracias a Tania, que me vendió a ti, echandome muchas flores, para poder trabajar juntos pude conocerte. Gracias Tania, luego eso me hizo trabajar con un grande como es Fernando, conocer a una mágnifica persona como es Pepa y estar en las tablas con una gran promesa como es Adri. Y a toda esa buena gente la conocí gracias a ti. Gracias a lo bien que sabías crear y transmitir un buen rollo constante.
Mucho después de estar trabajando contigo supe lo importante que eras, porque nunca alardeabas de nada, al contrario.
Eras un grande, yo un don nadie, pero siempre me tratabas con tanto respeto y tanto cariño y cuando, por fin, mi "Simón" llegó en escena al nivel que tu querias y oi de tus labios esas sinceras enhorabuenas me sentí muy emocinado pero ahora será algo de lo que siempre podré presumir.
Pero pese a todo lo mejor eran tus abrazos y tus besos de oso grande y peludo. Estos siempre partian del corazón. De tu corazón limpio. GRACIAS NACHO POR TODO Y GRACIAS VIDA PORQUE PUDE DISFRUTAR DE ÉL.
No es justo pero los genios se suelen ir pronto para convertise en autenticos mito y tu lo eres.
Un beso y adios Nacho.
Un abrazo fuerte y mucho animos para su familia y amigos.
ResponderEliminarQue descanse en paz.