En Rutas de
Halloween en el Botánico, hago de brujo. Según he leído, entre las características de los
brujos está: el hecho de predecir el futuro y yo os voy a hacer, como buen brujo
que soy, una predicción (Leer con tono de brujo): " Este año yo no voy a trabajar en Halloween. Algo sucederá para que yo no trabaje.... Ya os contaré...."
Me ha pasado muchas veces, cuando no preparo un papel como
se merece, cuando voy retrasado, etc., al final no sale y esta vez todo se está
confabulando para que yo no tenga tiempo de preparar mi brujo y creo que eso es
porque al final no voy a actuar.
Bueno, me dejo de misticismo y os voy a contar la verdad. Hace una semana, me llegaron
rumores de que no hay muchas entradas vendidas, es más casi ninguna y ayer me
volvió a llegar otra información, mucho más fiable, de que apenas se ha vendido
nada. Por tanto, creo que no llegaremos a juntar más de tres grupos. Este año no actuó como personaje en un sitio concreto, sino como guía, se supone que somos tres guías y si no llegamos, como mínimo a tres pases, no nos llamaran a todos y tal como
está últimamente la cosa... a mí no me llamaran (no soy amigo de...).
Pero pese a todo, el próximo miércoles 25, es el ensayo previo
a la actuación y yo más o menos, aunque más menos que más, lo estoy preparando.
El viernes 20 de octubre del 2017, cuando iba camino a Benalmádena
a ensayar las Cicatrices, estuve buscando, por Internet, características de los
brujos. Entre ellas me enteré que: los brujos dominan la naturaleza, que su
poder lo tienen gracias a ella, que controlan los vientos, el agua, el fuego (
todo eso da mucho juego en el jardín), que son los que organizan y median entre los vampiros y los hombres
lobos, que saben de alquimia, para poder hacer conjuros, que pueden predecir el
futuro y que a veces su poder es tan fuerte que si aplican sus poderes en sus
propios cuerpos pueden morir, etc.
Escribo esto, lo releo y me doy cuenta que me importa, todo esto, tan
poco. ¡Qué poco me interesa el tema del terror, de Halloween y todo lo que esto
conlleva.!
Pues bien, la noche del viernes 20, cuando volví de Benalmádena, me
dediqué a buscar el vestuario del brujo. Tres fueron las opciones, pero la que
me gusta más es la primera foto (las fotos no son buenas pero son la que tengo).
No sé qué me dirán en el Botánico, pero yo prefiero un brujo, cojo, con muchas
telas, mal vestido, un poco misterioso,
inquietante, más parecido a la Celestina que a la bruja de un cuento, pero ellos mandan.
Y poco más, tanto ayer, como antes de ayer, volví a repasar
varias veces el texto con Rebeca y poco más, ahora a esperar al martes.
El misticismo no tiene nada que ver con la negatividad.
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