La compañera rebelde, doña María José, ayer, viernes 29 de
septiembre del 2017, dijo esa frase de: " Hoy ha estado fabuloso".

Yo estaba saludando a dos compañeras, Raquel y Manoli. Cuando
alguien tocó mi espalda, me volví y era ella, que me cogió del hombro y me dijo esa frase o algo parecido. La
verdad me que llenó de satisfacción, la miré y la vi, sonriente y feliz, al
igual que estaba yo.

Esto es, lo que decía ayer, que tú lo ves de una forma pero
también hay que oír al público.
Pero fue cierto, el segundo pase lo empecé dormido, cansado,
con hambre, con ganas de hacer pipí y desganado.

La compañía de Raquel y sus divertidas anécdotas también fueron un plato fuerte de la noche, pero yo estaba muy cansado... Javi también me alegraba cuando venía, pero el capullo venía poco, además ayer tenía un nivel de sinceridad y bordaría que estaba sembrado.


Luego empezó el pase y mi primera frase, mirando al cielo y al pico del panteón que había a mi izquierda, me hizo oír retumbar mi voz y darle a la frase una nueva y natural entonación que me animó en un segundo. Mientras Paula bailaba yo bailaba en mi silla casi a su ritmo, aproveché para mirar en los bolsillos de mi chaqueta, mientras entraba y hablaba Toni, de modo que cuando me percaté de su presencia, ya estaban bailando y ya salté a por él. Algo mucho más natural que la otra vez, que los veía juntos y esperaba que me tocara (algo totalmente antinatural) tan buen rollo se había creado entre los tres, que cuando me levanté, grité y empujé a Toni, quedó muy natural para todos, incluso el público se asustó y una señora gritó.
El tiro fue tan irreal como siempre, pero yo le eché cara y
no me avergoncé como la otra vez.
Después cuando salgo de ciego, por primera vez, lo
teatralicé y creo que gustó. Luego salió Raquel mucho más natural, eso me dio mucho y apareció una verdadera relación entre ambos. Creamos una atmosfera, muy buena, de pareja y una complicidad que la notamos
nosotros y llegó al público.
Veréis, en el ensayo general todos los movimientos eran
forzados y Raquel pese a ser mi esposa y a que el texto decía que vivíamos el uno
para el otro, ella quedaba, en escena, como una especie de azafata o
mujer florero. Yo le hubiera metido texto o compartido el que había, como hacía con Luisa el verano pasado, pero este
verano como yo no dirigía, no quise aportar esa idea. Pero tras el ensayo general,
algo de eso hablamos entre Raquel y yo y el viernes 29, por la mañana, fue la propia Raquel, quien modificó el texto y se metió
mucho más texto para ella, muchas conversaciones en común y mucha más
presencia. Yo lo acepté encantado y lo pusimos en práctica, ya que, tras
vestirnos nos fuimos a ensayar todo lo nuevo.


Yo no supe nunca que pasaba, solo que me habían dejado solo,
pero después me enteré que todo se desordenó y Raquel, la pobre, lo estuvo
solucionando todo.
Pero, en el segundo pase, todo salió tal cual habíamos planteado y fue precioso, yo me sentí muy bien. Hubo conexión y complicidad con Raquel, el texto fue mucho más fluido, más real, más natural, yo iba más organizado y los movimientos eran, también, más reales, todos entraron en su tiempo y me sentí, ya digo, orgulloso y contento de ese pase.
Pero, en el segundo pase, todo salió tal cual habíamos planteado y fue precioso, yo me sentí muy bien. Hubo conexión y complicidad con Raquel, el texto fue mucho más fluido, más real, más natural, yo iba más organizado y los movimientos eran, también, más reales, todos entraron en su tiempo y me sentí, ya digo, orgulloso y contento de ese pase.
Incluso entre pase y pase, Ángeles me hizo algunas indicaciones que luego, intenté
poner en práctica, en el segundo pase y quedó mucho mejor todo. Además me dejé
manejar mucho más por Raquel y no anticipé movimientos.
Por ello, después de un previo muy corto, que consistió solo
en llegar, maquillarme, vestirme, hacerme sesión de fotos y esperar, después de
esas casi dos horas de espera eternas, después de un primer pase muy anárquico,
nos despedimos con un suculento broche de oro y con un pase casi perfecto, que
con unos cuatro o cinco ensayos más, hubiera quedado de lujo, pero creo que no
defraudamos.
Por cierto, conocí a un sobrino nieto, de mi personaje, que
me explicó cosas muy interesantes sobre él y me dijo que me parecía,
mucho, físicamente.
Me ha gustado esta entrada.
ResponderEliminarMe ha gustado lo del violin y que te dejaran solo tambien y que te tumbaras no nostalgico en el banco ni te cuento.
Viva tu!!!