domingo, 14 de octubre de 2018

HOY ESTAMOS....DISFRUTANDO.


Son las 23:45 y según el cartel luminoso  de la estación de Torreblanca quedan 3 minutos para que llegue el tren con destino a Málaga. Me han alargado hasta aquí Salva y Sergio. Ya empieza a hacer fresco, voy en pantalones cortos y la verdad que tengo repelús.  Espero que llegue pronto el tren porque esta estación es muy siniestra. Menos mal que hay un bar cercano que si no...

Solo me ha dado tiempo a escribir la introducción de la entrada porque ha llegado el tren. Ya estoy dentro y este es una autentica fiesta, porque está lleno de viajeros que vuelven de la feria de Fuengirola y además de felices vienen todos un poco afectados.

El pasado año fui a dicha feria con Anai y  Salva y este, he vuelto ha reunirme con ellos y con Sergio ( que también venía el pasado año) pero esta vez no ha habido nada de feria, esta vez hemos quedado para trabajar.

Hoy, viernes 12 de octubre del 2018, pese a ser festivo, hemos aprovechado que Salvi venía de Barcelona, para reunir a Diantre Teatro y trabajar.

Me han recogido de la estación de Torremuelle a las 17:10 y hemos tirado directamente para la casa de Anai, llegando a las 17:20 y saliendo a las 23:21.

Han sido seis horas de ensayos y de trabajo que ahora os paso a relatar.

Como, tras el almuerzo, veníamos medio dormidos  y hacía casi mes y algo que no nos veíamos, Anai nos ha ofrecido café (a mí no) y nos hemos puesto al día; que sí la nueva vida de Salvi en Barcelona, que sí mi vida de profe en el Mus-e, que sí la vida de Anai etc. Tanto hemos hablado que hasta cerca de las siete no nos hemos puesto a trabajar.

Si me preguntaran por el tiempo exacto y efectivo de trabajo, yo juraría ante un juez que fueron solo cinco minutos.
Pero las fotos de esta entrada estan fechadas a las 19:30 y cuando se hicieron ya llevabamos un rato ensayando, y creo recordar que cuando miré el reloj de Anai, durante el debate post-ensayo, eran las 20:40. Así que se puede decir que hemos ensayado casi dos horas.

Pero ya digo me han parecido cinco minutos, porque si se trabaja bien, a gusto y con profesionales, es una maravilla y el tiempo pasa volado.
Cuando empezamos el ensayo, Salvi nos dijo que para él, como director, esta pieza era muy fácil, porque era un texto breve sin a penas movimientos y que el mayor esfuerzo era el nuestro que debiamos aprender el texto, modernizarlo y naturalizarlo. El texto es de 1945. Para mí, una de las lindezas de la pieza es esa, su texto, sus expresiones y la forma de contarlo. Esas joyas, ya no se escriben.

Entonces tomé la palabra para defender el texto original y argumenté mi defensa en el sentido que le queriamos dar al espectáculo y convencí a Salva. Pero nos puso una condición : las frases debían quedar naturales y mientras no fuera así, él tendría el derecho de parar y hacérnoslo saber y si no lo conseguíamos se cambiaría dicha frase. Ambos aceptamos y el ensayo simple, se convirtió en una maravilla.

Cada frase y cada expresión era parada para darle una entonación concreta. Para llenar las frases de sentido iba creando pensamientos en el actor, metiendo acciones y dando vida.

Yo incluso paré el ensayo para expresar lo contento que estaba y lo que me gusta un director que busca, te pide y tu debes darle.

Siempre he dicho que actuar me encanta, pero el proceso de creación, donde buscas, donde pruebas, donde el director marca y tu haces, es lo mejor y eso pocas veces se da, porque se habla del intrusismo en el mundo del actor ( todo el mundo se cree que puede serlo) pero nunca se habla de los que dirigen sin saber o de las piezas en las que no hay director. Desde aquí rompo una lanza por ellos y ellas.

De las 8 páginas del texto montamos dos y media, quizá parezcan pocas, pero fueron muchas marcas, muchos movimientos y muchas indicaciones las que nos dio Salva. Todas las apuntamos y las llevamos a cabo " de aquella manera". Ahora quedaba asentarlas, interiorizarlas, hacerlas naturales y repetirlas.

Era demasiada información y hacer más era un atraso.

Los próximos ensayos los haremos Anai y yo solos y Salva nos controlará online. Ya os contaré estos inventos....

Y como siempre a trabajo acabado, en casa de Anai, viene la recompensa, lo que empezó como una tapita de queso, acabó siendo una puja gastronómica entre León y Santander y quedaron empatados.

Durante la puja hablamos de todo, desde lo más místico a lo más mundano, siempre con cariño, unión y buen rollo y en esa terraza viendo anochecer, mirando mal y disfrutando de las últimas buenas temperaturas del 2018.

Por cierto, gracias Sergio por estas fotos, por tu buen rollo y a Salva y Anai gracias por apoyarme y enseñarme tanto.




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