La gente dice que la mejor fecha para estar en la playa es en septiembre. Yo nunca he venido rozando el otoño, hoy es miércoles 18 de septiembre del 2019, pero este año he decidido probar y es genial, ahora mismo son las 19:45 y acabo de salir del agua. Estaba maravillosa, tan tranquila, tan limpia, tan calentita, que me ha relajado un montón y mientras estaba en ella pensaba, que había sido un día muy provechoso, puesto que me dio tiempo a hacer todo lo que tenía plateado; gym, siesta, limpieza, playa y sobre todo Teatrobus porque hoy he viajado con el Quijote y por primera vez con Sanchica.
Y la primera Sanchica ha sido Ana Vigo, a la que quiero dedicar el inicio de esta entrada. Si Natalia dejó el listón, en cuanto a ganas, energías, ilusión y actuación, alto, Ana ha sabido cojer el testigo y no defraudar. Dije que íbamos a triunfar y así ha sido.
Si me tengo que quedar con algo de hoy ha sido la cara de Anita frente a la puerta del bus, un poco encogida, pues ya iban a subir los niños, el espectáculo empezaba y su cara reflejaba un 5 % de nervios, un 1 % de miedo y su sonrisa reflejaba el resto, un 94 %, de ganas e ilusión. Creo que la niña más ilusionada antes de empezar era ella.
También me quedo, con su mirada, cuando en un momento de la pieza, casi al principio, se acerca a mí para relajarme, la miré a los ojos y sentí que ella lo hacía con satisfación, como diciéndome:" Tio qué vamos bien" y por supuesto, su palmada y abrazo al final, celebrando, repito, que habíamos triunfado.
Ha sabido mantener el ritmo de la obra de forma constante, sin parones, ni bajones. En los ensayos le dije que daba igual que no dijera el texto como venía en el guión, pero que en ningún momento hubiera silencios, pues no ha habido ni uno. Ha estado siempre presente, siempre ahí y no se ha salido ningún momento del personaje, ha sabido mantener el energía siempre, ha improvisado con los niños, los vídeos, a los que tanto les temía, los ha controlado a la perfección, no ha fallado ni uno, además tampoco ha fallado el mando a distancia, y eso es casi un milagro, se ha acordado de todo y no sé, es que no puedo decir nada más que: ¡¡Perfecta‼.
Vamos una trabajadora nata que se ha merecido su poco sueldo, porque se lo ha ganado a pulso, vamos que ha sudado la camiseta, y hablando de camiseta, debo decir que iba vestida que era un primor, quitando la falda, todo lo demás se lo ha agenciado ella. Además de guapa es que no le faltaba un detalle, que si enagua, que si delantal, que si chaleco, que si mantón, o sea, nada. Repito un trabajazo.
Así que cuando empecé el público ya estaba ganado. Por cierto, eso sí, mi salida fue triunfal. Porque Quijote hace su aparición muy nervioso, entra gritando, corriendo y como estaban todos tan tranquilos y concentrados, mi entrada provocó, gritos de sorpresa, risas, jaleo y fue genial.
En cuanto al público pues decir que fueron unos niños muy buenos, especialmente una mitad del bus, pero también eran muy tímidos, no eran de esos chavales que se pasan toda la función reaccionando a todo. Es más cuando pedíamos su colaboración para salir a actuar con nosotros, eran muchos los que se presentaban, pero cuando les preguntábamos cosas, solo respondían uno o dos.
También es cierto, que se nos pidió que la pieza se llevara a cabo en solo 50 minutos, o sea, de 9:10 a 10:00 y debiamos ser puntuales, por tanto, una pieza que dura 60 minutos, se ha reducido en 10 y claro eso nos ha hecho ir, creo yo, demasiado rápido y no se ha podido separar, bien, los distintos bloques de la misma y ha sido todo muy acelerado. Al menos yo lo he sentido así, mucha velocidad, poca profundidad y por tanto, menos contacto de tú a tú, con los chavales que tanto me gusta. De hecho el mayor acercamiento ha sido al irse, que hemos bailado con ellos y todos estaban motivados y dispuestos a bailar, por eso pienso que faltó, por la falta de tiempo, esa unión.
Cuando salió Cervantes ya estaban como más dislocados y charlatanes, pero ya solo nos quedaban menos de 5 minutos, por cierto, hemos clavado el tiempo.
Cada vez entiendo más a Juan Luna, ya sé porque le gustaba tanto este personaje. En la edición anterior, le cogí un poco de cariño, pero hoy me he dado cuenta de que es un personaje tan teatralizado, tan loco, tan abierto y tan exagerado que aunque sigas un texto, tienes libertad para hacer todo lo que quieras, meter expresiones, hacer movimientos imprevistos, y eso lo disfruto un montón, porquea veces me gusta y necesito ser libre, salir de lo de siempre y poder saltarme las normas y formalismos.
Me lo he pasado genial, lo he disfrutado un montón, hoy especialmente la salida fuera del bus, donde los viandantes se han puesto a luchar conmigo y todo. Cada vez me gusta más hacer de Quijote.
Y no se que más contar de mi, solo que una maestra al irse se me ha acercado, me ha agarrado y me ha dicho: “ Lo haces muy bien, lo haces muy bien, qué bien lo haces, me has encantado, muy bien” y claro eso pues, te levanta el ego de actor, te llena de orgullo y gusta contarlo. Los profes eran muy enrollados pues uno ha actuado y otra bailado con nosotros.
La atención del Consorsio de Transporte genial, como siempre asi que, espero que no sea la última vez en este curso que me vista de hidalgo. ¡¡Ojalá!!.
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