Una vez más me levanté muy pronto de la siesta para poder llegar a tiempo al ensayo de Los cuentos navideños de Andersen, pero como siempre me entretuve en esto y en aquello y salí con el tiempo justo, además cuando me asomé a la ventana del patio para coger el calzado y escuché que había empezado a llover y bien.
En conclusión que llegué tarde al ensayo, sudando, pero literal, sudando como un pollo, vamos mojado, no pude oír música, el mantecado casi me lo tragué sin masticar y todo gracias a la lluvia y al maravilloso otoño-invierno que tanto gusta a todo el mundo.
Pues bueno, lo que sí hice durante el trayecto fue repasar el texto, esta vez iba al ensayo enfadado por las condiciones en que llegaba pero no porque fuera sin hacer mi trabajo previo.
Esa semana debido a una vida mínimamente más relajada, pues ya me había quitado Proyecto Victoria, Las cenas de las emociones y Lluvia fina, puede aprenderme el texto, me lo aprendí literal, tal cual estaba escrito y sin dejar de decir una coma.
Yo soy muy arcaico a la hora de estudiarme los texto me los aprendo muy rápidamente pero siempre cambio cosas y si en mis dos nuevos proyectos estoy intentando respetar al máximo lo escrito por CHL y Paco Becerra, por qué con Edu no. Por ello me lo estudié tal cual, pero mientras iba de camino al ensayo y lo repasaba no me salía, así que si quería ser eficaz, sacar provecho al ensayo y empezar a dar naturalidad y personalidad a mi personaje debía hacer el texto sin el papel en la mano o sea, no respetar el texto y hacer mi versión del mismo, me daba corte hacerlo pero perdí la vergüenza y lo hice.
Esta vez quería presentar el primer boceto de mi personaje, de ese emperador altanero, presumido, vanidoso y egocéntrico. Durante la semana en el gym había visto videos del personaje de Gastón de la peli La bella y la bestia, tanto en versión animación como personajes.
Pues sudado, tarde, cabreado pero con los deberes hechos entré en el Centro Ciudano Antonio Sánchez de Nueva Málaga, estaban casi todos, esperamos a los más tardones y empezamos.
En ese ratito de observador me lo he pasado muy bien, como se suele decir he echado un ratito muy bueno, pues me he reído, he estado muy relajado con los compañeros y sobre todo me iba a morir de risa contemplando la diplomacia de Edu.
Con respecto a lo que vi, pues hay cuentos muy chulos y muy divertidos, otros menos divertidos, unos que aportan más y otros menos, pero he disfrutado mucho viendo el cuento de Las zapatillas rojas donde Carmen Nieto se ha creado un personaje brutal, está muy marcado, muy claro, muy para público infantil y me ha parecido maravilloso, ocupaba toda mi atención y me supo a muy poco.
Nos subimos al escenario y empezamos. Como José no pudo ir este fue sustituido por Pablo, que nunca a hecho teatro, que llevaba el papel en la mano, pero que hizo una versión propia del personaje que hace el compañero y que lo bordó, todo el mundo le aplaudió e hizo reír a todos, bueno menos a mí, pues no podía reír, la sorpresa del arte de ese hombre me envolvió y estaba alucinando, pero para bueno claro está.
Bueno la creación o preparación que había hecho previamente de mi personaje lo puse en práctica, pero debido al brillo de Pablo y que no lo había marcado en exceso no hice mucho de este, pero sí lo jugué, lo esbocé y lo probé y creo que puede quedar bien. Lo que no debo es dejarlo fluir sino marcar gestos y movimientos según la frases, movimientos muy exagerados, muy de dibujos animados y el texto lo diré muy engolado y declamado. Creo que si lo trabajo en la semana quedará bien.
Angel y José han creado dos personajes muy divertidos, muy malos, con voces muy curiosas, son exagerados, extramboticos, teateales y una maravilla, son dos pequeñas joyitas sus personajes, pero creo que les faltan matices, relentizar, pues hay muchas capas de sus personajes que no aprovechan y muchas cosas que ensucian y hacen que no sean graciosas, si matizan bien pueden triunfar.
En cuanto a los movimientos, los veo igual; sucios y atropellados, vamos por escena como pollos sin cabezas.
Creo que la próxima semana voy a ejercer un poco de director en el cuento donde salgo, para ordenarlo todo en la medida de lo posible, porque puede quedar chulo y gracioso o ser un auténtico caos y me gustaría evitar lo segundo.
También entre Angel y un servidor hemos pensado un vestuario, para mí, que tras consultar con Edu ha sido aprobado, así que perfecto.
Me lo he pasado muy bien, me he reído mucho, pero de verdad que al acabar yo me hubiera quedado ensayando y asentando más nuestro cuento, pues va viento en popa y a toda vela, pero aún le falta mucho y quedan muy pocos ensayos.
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