Nuestro Laberinto está formado por cuatro salas por las que Javi y un servidor nos sabemos mover con soltura, y desde que controlamos el texto, nos movemos por ellas como peces en el agua, pero hoy, viernes 31 de enero del 2020, más que una estancia plana, dividida en cuatro salas, ha sido como una escalera, y como tal ha habido momentos donde hemos subido y en otros donde hemos bajado.
El ensayo de hoy ha sido un ir y venir, hemos avanzado, hemos mejorado, hemos crecido, hemos descendido, hemos retrocedido y sobre todo hemos creado. Ha sido menos brillante que el del sábado pasado, pero muy provechoso, y sobre todo no ha sido ni completo, ni habitual.
El ensayo de hoy ha sido un ir y venir, hemos avanzado, hemos mejorado, hemos crecido, hemos descendido, hemos retrocedido y sobre todo hemos creado. Ha sido menos brillante que el del sábado pasado, pero muy provechoso, y sobre todo no ha sido ni completo, ni habitual.
Nada en ese ensayo fue habitual. Os cuento:
El lugar no lo fue, como las labores de sustitución de las butacas de la Casa de la Cultura continuaban el local estaba inutilizable así que nos mandaron al Centro Pablo Ruiz Picasso. Me gustó porque es el lugar donde vamos a estrenar, siempre es bueno ensayar donde luego vas a representar y porque es más pequeño, eso creó una cercanía con Javi muy bonita y hubo mucha intimidad, lo negativo fue que ese escenario es muy desangelado, muy abierto, y todo eso me provoca un poco de vértigo.
Tampoco fueron habituales ní el día, ní la hora. Javi no podía ensayar el sábado y nos pidió cambiar al viernes y así lo hicimos, pero luego nos pidió volver a cambiar al sábado porque el viernes tenía otro compromiso de 12 a 14, o sea, a la hora del ensayo, yo propuse adelantar el ensayo de 9 a 11 y después él podría marcharse. Paco le propuso que él no fuera y ensayar solos Paco y yo, pero Javi no quiso dejarme solo, gracias Javi, por tanto adelantamos el ensayo a esa hora y a ese día, pero eso sí levantarse a las 7:50 para ir a ensayar debería estar tipificado como delito.
Así que en el centro Pablo Ruiz Picasso, el viernes 31 de enero del 2020 y a las 9:00 horas, todo fuera de lo habitual, hicimos el ensayo de Laberinto.
Y el ensayo fue incompleto porque aunque Javi intentó no hacerlo, al final me dejó ensayando solo. A las 10:40 se tuvo que marchar porque lo esperaban a las 11:00. Solo quedaban 3 hojas para acabar la pieza, y Paco decidió sustituir a Javi, pero al final nos pusimos a hablar de cosas personales y profesionales, nos dieron las 11:00 y como me debía ir, el ensayo concluyó.
Aunque estuvimos trabajando sin parar casi 1 hora y 40 minutos, no hicimos un pase completo de la pieza, pues hubo paradas, subidas y bajadas.
Paradas como cuando el director me paró para decirme que estaba haciendo una frase muy autoritaria, después paró a Javi porque iba muy rápido, otra vez lo paró pues quería aumentarle la gestualidad en una escena o cositas así.
También paramos nosotros pues hoy hemos creado cosas nuevas y eso siempre es muy bonito, pues engrandece la pieza, a nosotros como actores y al director como persona, pues nos oye, tiene en cuenta nuestras aportaciones y eso siempre es muy gratificante.
El sábado pasado comentábamos en el coche de Javi cuando veníamos de vuelta a casa que hay dos acciones marcadas con objetos que no nos gustan mucho, con una de ellas ni Javi, ní yo estamos muy cómodos y a la otra creo que se le puede sacar más partido.
Hoy ya no me acordaba, pero Javi sí y lo ha dicho, entonces hemos parado el ensayo, se la hemos explicado a Paco, tanto la propuesta como el por qué, se lo hemos hecho y él la ha aceptado con modificaciones y con la otra escena ha pasado igual. Estas cosas hacen que la pieza crezca y nuestra relación actores/director también. Esto por ejemplo ha hecho hoy que la pieza suba, pero ha habido más.
Javi hace un trozo solo y siempre sale regulero, pero hoy nos ha dejado a Paco y a mí con los vellos de punta, pues lo ha llenado de sentido y emoción, mi parte más emotiva y empatica creo que ha quedado muy bien, de hecho casi al final de la misma, he visto como Paco me hacía un gesto de satisfacción con la mano y ha habido momentos muy vividos y muy reales, mucho más naturales que la semana anterior y con unos nuevos matices preciosos, pero esta vez han sido muy pocos y fugaces. La otra vez fue todo más continuo.
Pero también hay que recordar las bajadas, mi monólogo de nuevo ha salido soso y sin aplausos y al clímax le ha faltado fuelle, entre otras cosas porque ambos hemos fallado en las frases.
Ha sido un buen ensayo. Entre el madrugón y la resaca del ensayo magnífico de la semana pasada esperaba algo peor pero ha ido muy, muy bien, pues no hemos repetido coas sino que hemos creado y avanzado. Ha habido momentos donde me he sentido muy metido y natural y otros totalmente fuera, se me iba hasta la olla. Por cierto una vez más en esa sala hacía mucho frío.
PD: Quiero contaros una curiosidad, iba para el ensayo, caminando a Martiricos, donde estaba mi cole de chico, eran antes de las 9:00h, e iba con la última hoja del guión en la mano, repasando la última frase, pues no la tenía muy segura, y de pronto me vino a la mente un recuerdo que había olvidado y era cuando algunas veces tenía examen y había alguna pequeña parte que no me entraba y mi madre y yo aprovechábamos el camino para ello. Tuve la misma sensación.