"Actuación perfecta".
Esa ha sido la definición de Nacho Albert, hoy, jueves 16 de
marzo del 2017, justo cuando ha acabado
la actuación que hemos realizado para el colegio de Los Olivos.
Ha terminado la pieza, Nacho se ha bajado de la cabina del técnico,
se ha subido al escenario, se ha metido, con nosotros, en bambalinas, nos ha abrazado y nos ha dicho eso.
Concretamente ha dicho que ha sido el pase perfecto, la
función perfecta y luego nos ha preguntado que cómo lo habíamos visto nosotros.
Pero en mi modesta opinión, me ha parecido perfecta, también y es verdad que vista
desde mi lugar privilegiado, es decir, sentado dentro del propio escenario, ha
estado muy bien. No ha fallado el texto, no ha fallado nada, ni las luces, ni la
música, ni los movimientos. NADA. Todo ha funcionado a la perfección. Quizás el
principio yo lo he visto un poco lento. Hoy esa sensación de lentitud, la hemos
tenido todos los compañeros.
Hemos tenido, un público, muy respetuoso y muy serio a Pepa
le ha encantado, pero quizás para mi personaje, han sido excesivamente
respetuosos, puesto que cada amago de
reacción del público, era aplacado por los profesores.
Como dije el otro día en el ensayo, mi personaje, para estar bien, necesita vida
y esa vida se la da el público, necesito que me apoyen, que me aplaudan, que
canten conmigo, que rían conmigo, etc. Eso hace que el personaje viva y
fluya. Hoy tuve ese apoyo. En cuanto salí y me puse a cantar, rápidamente todos los chavales se pusieron a mí favor y cantaron conmigo,
pero los profesores los han calmado y los
han mandado a callar y ya se ha perdido mi cordón con ellos.
Después me he sentido bien pero, sé que no ha habido la conexión o unión que suele haber
entre el personaje de Simón y el
público. Simplemente han pillado los chistes más puntuales donde
siempre suelen reírse y poco más. Pero eso sí, mi última intervención ha sido
una apoteosis de risas y de aplausos a mi personaje.
En cambio el resto, ya digo, muy comedidos, muy bien, se
escuchaban risas pero como cuando yo no
llego a conectar bien con el público, se ríen más con Fernando que conmigo y
hoy ha pasado.
Me he sentido muy nervioso
y no he estado disfrutando al 100% y
por ello creo que no he conectado. Entre mis nervios y que el público no me
animaba, pues no he disfrutado y como siempre digo eso se nota.
Ha habido momentos buenos, pero no estaba yo metido, mi
cabeza no ha parado de actuar y no ha dejado actuar a Simón libremente.
Esto mismo me pasó en la primera función de Lluvia fina y me
ha pasado, hoy, en la que por ahora es
nuestra última función.
Bueno, esta ha sido mi humilde opinión que no la del director. Si él dice, que perfecto pues perfecto.
El previo a la actuación ha sido muy largo, hemos quedado casi dos horas antes de la función, pero he de decir que se ha pasado en nada de tiempo.
Nos han dicho que hiciéramos un pase solo con movimientos y sin texto. Yo he hecho eso, pero mis compañeros si han dicho el texto aunque sea bajito y rápido. Yo he cumplido con lo que me habían dicho, pecando de seguro, después he ido a maquillarme, he tardado nada en vestirme y previo a vestirme he ido al bar por agua para mis compañeros.
Luego he terminado de vestirme y sin respirar ha llegado el público y me he ido a esperar a mi escondite y esa espera se me ha hecho muy larga.
No he calentado el personaje suficiente y no me he hecho ni con él, ni con el espacio, por eso pese a que he entrado superbién, al subir al escenario, mi cabecita se ha puesto a trabajar sola y no ha dejado fluir bien a Simón.
No he oído carcajadas, pero sé que el público lo ha pasado bien con mi personaje y Nacho lo ha visto perfecto, así que, creo que el trabajo ha estado bien, pero yo no lo he disfrutado, mi cabeza no me ha dejado y en el escenario hay que disfrutar.
Pero cierro, de nuevo, diciendo " función perfecta".
Gracias Pepa, por la foto. |
Me alegro saliera perfecta, y es el que siembra recoge.
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