Ayer, miércoles, tenía pena porque me despedía de Rafael Echevarría, hoy tengo otra cosa que empieza por "p", pero es menos romántica. Hoy, jueves 6 de septiembre del 2018, tengo pereza.
La historia jamás contada, se despide del jardín y lo hace con tres pases. Más vale tarde que nunca, por primera vez en este verano, si no recuerdo mal, hacemos tres pases en una noche.
A continuación os dejo las crónicas post/pases:
Se me olvidaba... hoy me despido de Jorge Loring, me da cosilla pero, pena, pena, como Rafael...¡¡NO!!. Este da pereza.
Ahora sí estas son las crónicas:
1.- ¿A QUÉ HORA TE LLAMAMOS?
Empezamos fuerte, con una asociación de jubilados del pueblo de Alfarnatejo. Venían con muchas ganas de pasarlo bien. Ellos iban a divertirse, a responder y a sacar broma a cada comentario que hacíamos. Al principio Loring iba a lo suyo, su texto y su actuación, hice mi discurso del balcón, como lo hago siempre, o sea, sin hacerles caso y creo que ha quedado un poco borde, pero muy bien.
Vanesa al despedirse recibió las galanterias de un hombre, muy mayor, con el que llevaba jugando todo el pase y al irse se dieron dos besos y Jorge tuvo que improvisar y, como digo, gamberrear para separarlos, por eso, Jorge fue el corta rollo y esa fue otra razón, por la que creo que tampoco empezó cayendo bien.
La canción una vez más fue un éxito.
Para conquistarlos preparé una broma con Vanesa, donde ambos hablaríamos de las sopas cachorreñas, que es lo típico del pueblo, pero cuando hice el final e iba a meter la broma, Vanesa de despidió, el público aplaudió y la broma aunque se dijo, con el aplauso se perdió. En mi discurso hubo miles de "olés" y aplausos, estaban rendidos a todo.
Tanto en la broma previa al discurso, como en la última, hubo muchas, pero muchas risas y cachondeo. Este grupo venían a eso y Jorge se fue adaptando, un poco a ellos.
Hay niños a los que los padres los llevan como si fuera el circo y nosotros sus bufones, hay quienes van a pillarte , a ser más gracioso que tú, a dejarte en ridículo y ser ellos los protagonistas, en ambos casos no dejo pasar ni una, pero este grupo venían del pueblo a Málaga solo para vernos y pasarlo bien, eran mayores y lo único que querían era divertirse de buen rollo, así que yo, sin dejar la esencia de Loring, me metí en su juego y les dí lo que querían.
La señora a la que saco para bromear, triunfó como los Chichos, a parte de que fue súper bien, provocó muchas palmas, risas y comentarios de los amigos, a veces demasiados, pero bueno me daba igual.
En el salón muy bien. Relaté mi problema, mirando mucho, noté mucha atención y empatía. Al clímax llegué muy regular, la verdad, no sé pero no llegué como debía, y sonó raro. Este es un texto que nunca fue escrito, lo digo de corrido y de memoria, pero si me salto algo, se lía y me salté una frase y ya...sonó raruno.
El público se colocó fatal para el momento del hada, la rodearon de modo que yo cuando me puse donde ella estaba, no podíamos movernos y estábamos muy forzado. La escena fue muy corta pero creo que ella la aceleró porque el grupo iba muy atrasado y por la incomodidad. Luego me lo confirmó y yo se lo agradecí. Mientras se iban con ella, hubo muchos aplausos para mí y muchas frases de despedidas, como la que da título a la crónica.
2..- EL PASE SOSO:
No pude ni descansar. Fue subir, arreglarme el maquillaje, echarme colonia, beber agua y empezar el siguiente pase. No veas que cansancio. Jorge anda menos que Rafael, pero Rafael pasea plácidamente con sus invitados, en cambio Jorge pasa por muchos estados de ánimos y casi siempre está en tensión, por ello, acabo agotado y hacer dos pases casi seguidos fue la muerte.
En el primer pase, noté que la voz iba chunga, pero en el segundo, ya estaba muy quebrada y tenía miedo a no poder llegar a cierto nivel vocal.
Empecé la actuación, como siempre, desde el balcón, la hice más parado, más tranquilo y más real.
Abajo me fue muy bien, el diálogo y los movimientos con Vanesa fueron como debían, y de nuevo la canción ha triunfado, pero esta vez, en vez de dejarles cantar el fragmento de siempre, les hice cantar más y ya no se la sabían, solo lo hizo una mujer y llevaba la letra muy regular, así que quedó deslucido.
El discurso estuvo muy bien de nuevo se oyeron "olés" sobre todo de un señor que me dijo dos y luego yo, pedí los aplausos.
A partir de ahí todo fue muy correcto y pasó todo como debía de pasar. Las bromas se desarrollaron como debían, pero todos estaban muy serios. Cuando conté el problema, estaban menos cómplices, notaba menos ganas de oír y el clímax lo exageré mucho y volví a fallar, no quedó natural y al final con el hada, estuvo mucho mejor organizado que en el pase anterior, pero tampoco estuvo muy bien.
Intenté darlo todo, ya que era el penúltimo pase, había que hacer a las personas disfrutar, pero eran muy sositos y quedó frío y falto de esencia. De hecho iba una amiga de teatro a la que noté seria y distante durante toda la representación.
3.- DESPEDIDA SIN DECIR ADIÓS:
Y llegó el tercer pase y el último del verano del 2018, nadie sabe que pasará el próximo verano, ¿ Si yo podré? ¿ Si contarán conmigo o no?, ¿Si se harán las visitas teatralizadas?, ¿Si se hará esta pieza?. No se sabe nada, pero también es cierto que hay más posibilidad de que todas las respuestas a estas preguntas sean positivas. Cosa que en la pieza Un paseo por el tiempo es menos probable, o sea, hay más posibilidad de que no se vuelva a repetir y de ahí que ayer tuviera más pena que hoy. Además otro personaje al estilo Loring es más seguro que repita pero Rafael no. Por eso mientras que Rafael se despidió ayer de Antón, Jorge no hizo nada. Realicé este pase como otro más sin decir o improvisar ninguna despedida.
Como ya era el último, hice la escena del balcón mucho más relajado. Recuerdo que hace tiempo Rebeca me dijo que lo hiciera más relajado, el año pasado lo cumplí y este aunque lo intenté, casi nunca lo conseguí pero en este pase sí. Fue todo más natural, más relajado y hubo diferente entonación en cada frase. ¡ A buenas horas mangas verdes!.
La parte de abajo fue bien, pero como siempre, sin mucho que destacar. De nuevo la canción gustó, triunfó y fue cantada por el público, pero fue un pase cargado de amigos, que si Rebeca, que si amigos de ella y de Juampe, que si David, antiguo jardinero, por tanto, fue un pase, un poco de cascarilla porque todos los chistes y demás eran apoyados por ellos. De hecho mi discurso estuvo cargado de "olés" y aplausos y todos ellos provocados por Rebeca.
Esta me comentó luego, que le había encantado el discurso y que había estado como nunca, que lo había llenado de micro gestos y yo la creo, claro lo está. Debo decir para ser sincero, que cada vez le iba cogiendo más gustillo al discurso y me salía mejor y en los últimos pases lo hacía con más ganas y más y mejor entonada cada frase.
Cuando estaba terminando la broma posterior al discurso, descubrí que mi jefe de la academia ( el que me da curro de profe) estaba entre el público, lo ví contento pero, después no me mandó ningún mensaje de felicitación como con el Echevarría. Si es que el Jorge no da para más.
En el salón conté mi problema, llegué al clímax, regular de nuevo, la escena final con el hada, fue la mejor de los tres pases, pero en mi cabeza estaba que era el final y que nos íbamos, no había ni pena, ni nostalgia, ni nada, había un adiós y punto. Además vi, como siempre, que Loring gusta, pero no llega, que no emociona.
Lo mejor de la noche, la cena/ campero/ informal/ en el local de Steven y las sinceras y reales despedidas. Pero no pasa nada, el viernes nos vemos para festejar el fin de temporada y hablar, ya, de Halloween.
La parte de abajo fue bien, pero como siempre, sin mucho que destacar. De nuevo la canción gustó, triunfó y fue cantada por el público, pero fue un pase cargado de amigos, que si Rebeca, que si amigos de ella y de Juampe, que si David, antiguo jardinero, por tanto, fue un pase, un poco de cascarilla porque todos los chistes y demás eran apoyados por ellos. De hecho mi discurso estuvo cargado de "olés" y aplausos y todos ellos provocados por Rebeca.
Esta me comentó luego, que le había encantado el discurso y que había estado como nunca, que lo había llenado de micro gestos y yo la creo, claro lo está. Debo decir para ser sincero, que cada vez le iba cogiendo más gustillo al discurso y me salía mejor y en los últimos pases lo hacía con más ganas y más y mejor entonada cada frase.
Cuando estaba terminando la broma posterior al discurso, descubrí que mi jefe de la academia ( el que me da curro de profe) estaba entre el público, lo ví contento pero, después no me mandó ningún mensaje de felicitación como con el Echevarría. Si es que el Jorge no da para más.
En el salón conté mi problema, llegué al clímax, regular de nuevo, la escena final con el hada, fue la mejor de los tres pases, pero en mi cabeza estaba que era el final y que nos íbamos, no había ni pena, ni nostalgia, ni nada, había un adiós y punto. Además vi, como siempre, que Loring gusta, pero no llega, que no emociona.
Lo mejor de la noche, la cena/ campero/ informal/ en el local de Steven y las sinceras y reales despedidas. Pero no pasa nada, el viernes nos vemos para festejar el fin de temporada y hablar, ya, de Halloween.
Ahora toca nuevos proyectos e ideas, a disfrutarlos.
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